Por José Gandour @gandour

No es exagerado decir que Revólver Plateado ha sido una de las mejores propuestas que ha tenido el rock colombiano en su historia. Mauricio Colmenares y sus compañeros de batalla reunieron a lo largo de su carrera un gran compilado de canciones de fina factura y melodías impactantes, envueltas en un sonido que podríamos definir sencilla y contundentemente como «rock latino». Temas como Soy un extraño, Cuervos en la cuerda, Libélula y Pistolero, entre otros, ya quedan clavados merecidamente en la memoria de los aficionados y dan fe de la posibilidad de la buena música de estos años en Bogotá y sus alrededores.

Ahora bien, Revólver Plateado ha anunciado, después de un poco más de cinco años en escenarios, el fin de su camino. La verdad es que, aunque la noticia duele, no nos sorprende. Igual, no vamos a entrar en detalles, ya que no vale la pena caer en la chismografía farandulera o en la acusación sin fundamentos. Eso si, lo lamentamos, porque pocas agrupaciones han tenido esa mezcla de brillantez artística y rebeldía inspiradora rodeando su espíritu. Es mejor rememorarlos por su obra y los buenos momentos que nos proporcionaron.

Hemos revisado nuestro archivo y hemos encontrado varias notas dedicadas a reseñar su trabajo, pero nos hemos inclinado por recordar un programa que hicimos juntos durante los tiempos de Sesión de música rebelde, nuestro espacio en la extinta emisora de la Universidad Konrad Lorenz, hecha el 7 de mayo de 2014. Esa fue una charla a la que, no se extrañará nadie, ellos llegaron con minutos de retraso, pero que, una vez todos estaban ubicados en la mesa, se desarrolló de manera animada y placentera. También, para cerrar de manera ejemplar su ciclo, publicamos su última canción, llamada Regresar.

Muchachos, gracias por todo. Ojalá pronto escuchemos buenas noticias musicales de todos ustedes. Mientras tanto, nos quedamos con sus buenas grabaciones que nos ayudarán a solventar la nostalgia.


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