Por José Gandour @gandour

Hace ya un buen rato que está en la radio y los que tienen buena memoria, recuerdan su espacio, llamado Las Clases de español, en 88.9 fm, la desaparecida Súper estación. Luego pasó a las ondas públicas y desde hace quince años es el director de Radiónica, emisora de corte contemporáneo perteneciente al Estado colombiano, único ente radial de extensión nacional donde una agrupación local tiene opciones reales de ser programada y rotar para el deleite de la audiencia. Él se llama Álvaro González Villamarín, pero todos lo conocen como el Profe. 

González, que siempre en sus programas matutinos ha tenido un espacio preferencial dedicado a la literatura, se ha lanzando a escribir y publicar su primer libro. Canciones para astronautas, una publicación en la que reúne cien relatos y poemas cortos inspirados en tonadas que han marcado su vida. Se los aclaro: El Profe no hace un análisis de las grabaciones en cuestión. No. Él crea textos personales inspirados en lo que cada tema le dejó. Entre ese centenar de producciones, se incluyen obras de los últimos cincuenta años, que van desde Little wing, de Jimi Hendrix, hasta Cuanto Más, de Mabiland, pasando, inclusive, por Acércame, de Aldea, agrupación de la cual el mismo González hizo parte hace unos años. Aquí hay rock, pop, hip hop, muestras de fusión de folclor y estilos contemporáneos, y algo de música electrónica. La selección es variopinta y da fe del ánimo amplio que tiene González cuando escucha y se alimenta de música. Con prólogo de Mario Mendoza (autor de Satanás, Buda Blues y Akelarre, entre otros) y publicado por Espasa, Canciones para astronautas ya se distribuye en las librerias colombianas y se puede conseguir en versión digital en los principales portales especializados. A propósito de este estreno, establecimos una cita via whatsapp y conversamos con el Profe al respecto:

¿De dónde surge la idea de este particular libro?
En 2014 nació la idea de crear desde la escritura una especie de trilogía del Astronauta. Quería hacerla desde la crónica, los relatos y una novela, en principio, quería desarrollar las crónicas, pero en 2015 los relatos se ganaron el pulso, además, esa construcción narrativa se convirtió en un gran reto creativo, así fue cómo empezaron a aparecer relatos inspirados en canciones que formaban parte de mi vida.

 

 

¿Con qué canción comenzó este tipo de relatos?
Es una buena pregunta, el orden de los canciones del libro corresponden a la historia del proceso creativo, eso significa que el tema Late Night, de Foals fue el primero que apareció en la memoria, y Acércame de Aldea, fue el último. Fue una gran propuesta del editor del libro Andrés Grillo. Esa decisión le permite al texto tener una especie de vida orgánica muy fiel a la sensibilidad que existió en el proceso de escritura. Es emotivo ver que estamos construidos de canciones.

Dejó de últimas una canción de su autoría. ¿Fue difícil asumir su obra con textos diferentes?
El último relato, en el cual aparece Aldea, la agrupación en la que pude tocar hace algunos años, fue un homenaje a ese proyecto y a lo que significó en mi vida. Siempre me sentí muy cómodo y feliz escribiendo las letras de las canciones, por lo tanto, volver a escribir me produjo mucha alegría. Está claro que es diferente escribir una canción a un texto, pero vi puntos en común, quizás la mayoría de ellos conectados en mi visión sobre mis diferentes entornos. Si le soy sincero, me sentí muy inspirado al volver a crear letras, en este caso, para un libro de ficción.

¿Quién siente que ha sido el mejor escritor dentro de sus músicos favoritos?
Lo dividiría en grupos de letristas. Por una parte está el poder narrativo del rap, ahí están Los Petit Fellas, Alcolirykoz, Lianna, Mabiland, La Etnnia, Alí Aka Mind. Ahí existe una literatura que me llama mucho la atención por su notable capacidad de interpretar la vida, ya sea desde la poesía o la crónica y por supuesto, existe la literatura natural que tiene el rock, aquí aparece El Mató a un Policía Motorizado, Love of Lesbian, Vetusta Morla, Eruca Sativa, Mon Laferte, Natalia Lafourcade. Es un gran grupo de letristas.

Venga le hago un corto test, espero acepte el reto:
Jejeje, hágale.

¿Una canción para comenzar el día?
Buenos días de Los Petit Fellas

¿Canción para cerrar el día?
Salvation de Tash Sultana.

¿Canción para un primer beso?
Viento de Caifanes.

¿La canción más triste?
Everybody’s gotta learn sometimes de Los Korgis, versión Beck

¿Cuál es su canción favorita de todo este catálogo?
El Poeta Halley de Love of Lesbian

¿Qué canción debe sonar en su funeral?
Sæglopur de Sigur Rós

Por último, ¿qué se viene en el futuro en su faceta de escritor?
Se viene el segundo libro de la trilogía, esta vez me arriesgaré a escribir las crónicas, quizás desde la experimentación narrativa, eso espero.

 


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