Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante

Pensando que, a pesar de 2020, hay un futuro para la música (¡vamos, amigos pesimistas!, descansen un poquito, ¿si?), sabemos que todos los álbumes y sencillos que van a salir el próximo año igual van a seguir necesitando una portada atractiva. Hay que ponerle imagen a sus sonidos para distribuirlos por las plataformas digitales y, para aquellos que tienen el presupuesto, para publicar sus prensajes físicos, en cualquier formato. Es la imagen que quizás los artistas rotarán entre sus aficionados a la hora de hacer material promocional y su propio merchandising. Eso, igual, es dinero que cae bien en las sufridas arcas de los músicos, en caso de salir a vender sus camisetas, gorras y otros elementos que hagan parte de su parafernalia especializada.

Por otro lado, seamos claros: La mayoría de las portadas de los discos publicados en América Latina (y en cualquier parte del mundo) es deficiente, por no llegar al extremo de llamarlas horripilantes y desatinadas. Algunas producen asco, otras apenas desagradan y muchas son simplemente olvidables, las vemos y se borran rápidamente de la memoria. Total, no todas pueden incluir la banana que pintó Andy Warhol para Velvet Underground, exhibir al cuarteto más famoso de la historia caminando en fila sobre el paso de cebra camino a su estudio de grabación, o tirar un bebé a una piscina para que simule nadar detrás de un billete de un dólar. Igual, por suerte hay una buena suma de trabajos interesantes que logran convencernos que detrás de ese gran diseño gráfico nos espera un buen compilado de canciones que merecen ser escuchadas inmediatamente. Acompañar con una mala portada una publicación discográfica reduce radicalmente las probabilidades de atención que se pueda obtener de los posibles interesados, y quien todavía insista en que la imagen es apenas un recurso banal para promocionar las tonadas, sufre de ceguera o, peor, de sandez crónica.

Por todo ello, nos hemos acercado a seis reconocidos diseñadores, residentes en Nueva York, Quito, Lima, Bogotá, Mendoza y Tijuana, con experiencia en el campo discográfico, para que nos respondan sobre su trabajo, la relación que sostienen con los artistas y los buenos ejemplos que, según ellos, se han dado en la música contemporánea latinoamericana para ser nombrados como los mejores de la historia. Estas fueron las preguntas:

1.¿Qué debe pasar con una portada discográfica para que tenga buenos resultados?

2. ¿Qué debe comprender su cliente músico de su trabajo como diseñador?

3. ¿Cuáles son los errores más comunes a la hora de diseñar una portada?

4. En la historia musical de América Latina, ¿cuál puede ser su portada favorita?

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Giselle Manzano Ramirez (Nueva York)

Portafolio: https://gisellelowpoly.com/ 

 

1. Una imagen vale mas que mil palabras. El éxito de una portada discográfica es que comunique eficientemente el contenido del álbum. Todos los elementos visuales  desde el color, imagen, composición y tipografía deben ser cuidadosamente considerados para representar visualmente el concepto y contenido del álbum.  El diseño de portadas discográficas debe llamar la atención y tener un carácter distintivo ya que es la imagen que representará al artista y su viaje musical por medio de este álbum.

2. El cliente músico debe entender que las portadas discográficas son branding. El músico debe entender quién es, cuál es su audiencia, que quiere que sus oyentes sientan cuando lo escuchan, cuales son sus influencias.  Estas son preguntas necesarias a la hora de entender y posteriormente representar a un artista visualmente.

3. Desafortunadamente la revolución digital ha reducido ventas y producción física de discos compactos. Como diseñadores debemos recordar que la gran mayoría de portadas discográficas ahora se ven en línea, así que el diseño debe ser relevante visualmente online como offline.

4. Mi portada favorita es La gran fuga, de Willie Colón. Fue diseñada por Izzy Sanabria en 1971 para Fania. Soy una gran amante de la salsa, ya que soy nacida en Cali, Colombia. La salsa es patrimonio cultural de Cali, regalo de la madre África y Cuba, Puerto Rico y Nueva York. Ahora a mis 28 años de edad, llevo viviendo 6 años aquí en Nueva York, la ciudad en la cual dicho género musical emergió y se esparció por todo el hemisferio. Este álbum y portada representan perfectamente cómo me siento como una inmigrante latina en Nueva York.


Fritz Torres Carrillo (Tijuana)

Portafolio: https://www.instagram.com/tijuanacovers/ 

 

1.  Por un lado, debe captar la atención visual de un receptor que de entrada está predispuesto por un estímulo auditivo. Aunque por otro lado no importa si conoces al grupo o no, la portada establece el marco de referencia sobre el cual empezamos a valorar al artista, aun antes de haberlo escuchado. De modo que la conexión que debe haber entre el diseño y la música debe fluir de manera natural y sincera para lograr ese maridaje que los haga inseparables.

2. Para mi nada en particular, hay ocasiones en que te guías por la música para crear el concepto, o por alguna visión que pueda tener el artista sobre su proyecto. Cada detalle aporta algo a la decisión de tomar una determinada ruta creativa. Sin embargo también hay ocasiones en que tratas con la disquera y eso también es valido, ellos cuidan el presupuesto y te presionan para hacer cosas de acuerdo a su visión de mercado.

3. Para mi no hay errores, todo se transforma. Aunque si recomendaría en general poner atención en la tipografía, hay magnificas ilustraciones o imagines fotográficas que como portada pasan a un Segundo nivel gracias a un pobre manejo tipográfico. El único error real creo que sería buscar complacer a la disquera.

4. Uff, esa si es difícil. – Creo que no tengo una favorita, sin embargo podría mencionar algunas:
Other Worlds Other Sounds de Juan Garcia Esquivel – Me gusta porque la imagen logra captar esa atmósfera de “era espacial/sexy/surrealista” que va muy acorde a la música. En ese mismo tono, el disco Mambo! de Yma Sumac, es una joya, con una portada muy sugestiva y exótica tal como su música.
– Me gustan las portadas que utilizan la ilustración como las diseñadas por Dr. Alderete para los Fabulosos Cadillacs y Lost Acapulco.
– Me gustan mucho las portadas de Jazz Latino y Bossa Nova de la década de los 60s y 70s, el manejo tipográfico con elementos geométricos básicos y paleta de color exquisita. Aunque creo que esas portadas son mas bien de las versiones internacionales.
Me llama mucho la atención el carácter que tienen las portadas de bandas punk desconocidas de circulación mayormente underground. Son de esos casos en los que una portada en automático te deja claro el tipo de música que contiene.


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Gonzalo Martín Lanzilotta (Mendoza)

Portafolio: https://www.instagram.com/plastiboy.inc/

 

1. Debe transmitir visualmente el concepto tanto de la banda o músic@ como de la obra, lo que se transmite a través de la música se acompaña con la portada y se logra un todo donde el diseñador/a ilustrador/a es el nexo entre el/la artista y quien percibe la obra.
2. Si bien el/la artista participa en la idea que se va puliendo en toda la etapa de boceto de la portada, tiene que confiar completamente en quien diseña/ilustra. Muchas veces el/la artista insiste en interponer su idea que no siempre es la mejor opción, esto se complica aún más cuando es una banda y opinan más de uno. Las ideas no deben ser más que eso y dejar la resolución final a quien está preparado para hacerlo ya que para eso se contrata a alguien para que resuelva esa parte de la obra.
3. Suele suceder que en el proceso creativo se pierdan las ganas o que la idea que queríamos plasmar cambie a otra que no logramos visualizar, en ese caso hay que abandonar el proyecto o encararlo lo más profesionalmente posible logrando un producto que cumpla la función de ilustrar la obra. Personalmente pienso que no existen trabajos a desgano, siempre un trabajo es un ejercicio que nos hace crecer y mientras más difícil se nos torna más habremos aprendido al final.
4. El disco Guerra de Nervios de la banda argentina Los Brujos: es la síntesis perfecta de lo que quiero ver en una portada de disco, amo la estética del cine clase B (gore, sci-fi de los 50s, slasher, giallo, etc.) y tanto el estilo de la banda como las letras de las canciones van por ese lado. Mostrar a los músicos como personajes y al disco como una película sci-fi de bajo presupuesto nos prepara desde lo visual a la total aventura musical de este discazo.


Lucho Correa (Bogotá)

Portafolio: https://www.luchocorrea.com/

 

1. Es difícil de decir. Ha cambiado mucho todo. Hoy en día diría que tiene que funcionar en miniatura, en un thumbnail de las aplicaciones de compra o streaming de música. Mucha gente no tiene otro contacto con la portada.

2.  Debe entender que somos una especie de “traductores” del concepto general del proyecto musical al lenguaje gráfico.

3. Nuevamente, hoy en día creo que no tener una excelente legibilidad y una fuerte síntesis en la imagen.

4.  La original de Mujeres de Silvio Rodriguez siempre me encantó. Tinta roja de Calamaro. Y en lo local creo que La tierra del olvido de Carlos Vives es un icono.


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Renzo González Vereau (Lima)

Portafolio: https://www.behance.net/gallery/109684043/Caratulas-de-disco

 

1.Tiene que impactar. Definitivamente una portada discográfica debe llamar bastante la atención de manera instantánea, tanto por el lado de la competencia visual en una discotienda, así como también como una pieza que merezca ser coleccionada por los seguidores del artista, todo esto sin perder la coherencia con el artista o el contenido de la producción.

2. Debe comprender la similitud entre el trabajo de composición musical y el diseño, pero a la vez entender que al momento de desarrollar el proyecto de una portada, los diseñadores aplicamos diversos ejercicios gráficos interpretando las ideas del cliente-músico, contando una historia y desarrollando un concepto visual que complemente la producción musical.

3. No saber dialogar. Un cliente-músico puede tener una idea clara que posiblemente funcione o posiblemente en la práctica no resulte en una buena portada, así como también puede venir con una idea de colores y demás detalles. El diálogo entre ambos genera un balance entre los dos lados, criticas y giros inesperados que van moldeando el punto de partida hacia el trabajo en conjunto. No saber hacer respetar un punto de vista válido con argumentos sólidos también es un error común. Otro error es pensar en el propio gusto por encima del pedido del cliente. Otros errores es la mezquindad en la utilización de recursos al momento de diseñar la portada. Uno que casi se me escapa y es también bastante común es aceptar hacer una portada cuando no se tiene una idea sólida o definida de hacia donde quieren ir con el disco.

4. Es bastante complicada esta pregunta, hay muchas buenas portadas, por mencionar unas cuantas: Soda Stereo-Sueño Stereo, Los Rodriguez-Palabras Mas palabras Menos, Los Fabulosos Cadillacs –Yo te avisé.


Edgar Castellanos (Ambato/Quito)

Portafolio: https://www.instagram.com/imborde_grafico/

 

1. En estos tiempos tiene que ser disruptiva, que atraiga intuitivamente la mirada del espectador. Que genere una emotividad asociada al estilo musical que envuelve.

2. Qué el trabajo del diseñador consiste en comunicar visualmente el concepto del músico. Potenciar las sensaciones que se pretende generar con la música.

3. Cuando el músico no tiene definido con claridad el concepto es difícil generar un flujo de trabajo idóneo y se termina amontonando ideas.

4. Dynamo – Soda stereo

 

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