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Articulo producido por el equipo de Zonagirante.com @zonagirante

Foto: Ana María Camejo.

En Zonagirante.com queremos abordar el tema de Rock al Parque desde su esencia misma, más allá de si trajeron a tal o cual banda o cómo fue la selección de los jurados en las convocatorias distritales. Pretendemos conversar sobre sus características primarias, discutir su carácter público, su relación con la escena musical bogotana, su utilidad y las reformas que merecen o no ser efectuadas para su supervivencia. En esta ocasión hemos convocado a importantes miembros de la “rockeria” de la ciudad para opinar al respecto. El próximo año hay cambio en la Alcaldía de Bogotá, organizadora del festival, y seguramente se generarán cambios en las políticas culturales, incluyendo este tipo de eventos. Por ello, desde ya nos adelantamos en la charla y por eso lanzamos estas preguntas: Cerca de la celebración de la vigésima primera edición de Rock al Parque, ¿qué piensa del festival? ¿Cree que cumple con su función? ¿Para quién es útil este evento? ¿Para quién deberia serlo? ¿Cree que Rock al Parque debe seguir siendo un evento público? ¿Cómo debería financiarse el festival?

Estas son las respuestas que enviaron nuestros invitados. Esperamos que, en su diversidad de opiniones, contribuyan al desarrollo de la discusión. Gracias a todos los participantes.

Francisco Tapiero (Gestor cultural independiente)
Pienso que Rock al Parque es el evento musical más importante de Bogotá, por tradición lo es, llega a su versión número 21 y continúa siendo uno de los ejercicios de convivencia y tolerancia ejemplares en Colombia. Pienso que antes se veía como una de las pocas opciones que los músicos tenían para la exposición de sus proyectos en vivo, en la actualidad es y debe ser tomado por el músico como complemento a lo que ocurra a lo largo del año, no debe ser la razón única, sino que debe tomarse como un evento en el cual es importante participar desde el punto de vista social, de impacto y experiencia profesional, pero también debe entenderse que el éxito profesional de cada artista ó agrupación obedece a un proceso de desarrollo y articulación de diferentes procesos que intervienen en la evolución de cada proyecto: concepto musical, profesionalización de elementos técnicos, visibilización, estrategias de comunicaciones, publicidad, la puesta en marcha de cada proyecto (conciertos, público objetivo, material discográfico, estrategias para la comercialización de su proyecto, internacionalización, etc )
Luego el festival me parece que siempre ha sido útil para el músico, le corresponde a éste entender lo antes planteado. También debe ser útil para el público, en donde éste tenga la oportunidad de acceder a propuestas musicales, a conocer y formar porque no su propio criterio musical, esto quizás esté pasando, pero quizás le falte a las nuevas generaciones investigar y escuchar más música, el público en Colombia en ocasiones cae en el snobismo y el disfrute de la música por momentos queda relegado a un segundo plano.
Rock al Parque nació como un evento público y debe seguir siendo público, Bogotá ya cuenta con otros festivales que pueden cubrir otras necesidades, el festival es de la gente y los artistas deben ser sus principales protagonistas.

Daniel Casas (Periodista, crítico musical, ex-director Rock al Parque).
Rock al Parque sigue siendo la fiesta más grande del rock en el país, independiente de sus manejos, carteles, procesos, efectos o no efectos, mantiene un interés inusitado en público, pero especialmente en los artistas que lo siguen viendo como un escenario necesario para satisfacer su condición de artista.
Creo que Rock al Parque cumple con su función social, sin duda. El festival sigue siendo un evento de participación ciudadana y desde ese punto de vista se trata de una actividad que congrega sin discriminación alguna a los más diversos públicos de la ciudad, y aunque suene recalcitrante, en sana convivencia.
En lo artístico ha mantenido unos procesos de selección a través de la libre participación por lo que se mantiene como elemento importante para la circulación artística local. Pero aún es disfuncional en la desatención que muestra al movimiento en general del rock bogotano. Esta situación se da por su modus operandi, por las mecánicas internas de Idartes (antes OFB, SDCRD, IDCT) que obligatoriamente lo convierten en una acción puntual al año y no un proceso continuo y de largo alcance e integración para todo lo que acontece como rock en la ciudad los 12 meses del año, con todo lo que ello implica.
Este evento es útil para la ciudadanía. Para el joven de escasos recursos que no puede asistir a conciertos pagos con artistas de renombre. Para los músicos locales que saben aprovechar la presencia de artistas extranjeros de nombre y de los cuales puede aprender y emular posteriormente lo bueno de los mismos en escena.
Los eventos al Parque terminan siendo un desgaste operativo muy grande para la entidad distrital que los organiza. La entidad (hoy día Idartes) no debería ser productora de eventos, si bien es un fin último que por demás no le atañe. Su finalidad específica es la de generar, promover y desarrollar políticas públicas en torno a la cultura y para el caso específico en el rock de la ciudad con Rock Al Parque como uno más de sus ítems de acción, cosa que no sucede.
Y no es que no trabajen en pro de las políticas públicas, pero el trasegar con cinco festivales públicos distintos de gran envergadura, y a nivel de producción, reduce tiempo valioso para un trabajo de largo aliento en torno al rock de la ciudad. Es cierto, la entidad contrata proveedores de producción, pero igualmente tiene un equipo, nada pequeño, que debe responder por ese frente.
Los festivales al parque deberían entregarse mediante convenios de asociación o concesiones a empresas productoras de conciertos que, bajo parámetros, supervisión, regulación y contenidos de Idartes, desarrollaran toda la actividad. Desde el desarrollo de la convocatoria, selección de jurados, programación y contratación artística nacional e internacional. Finalmente el proceso seguiría siendo el mismo, pero daría un aire a Idartes para trabajar de frente con cada uno de los géneros musicales que componen sus festivales permanente y activamente a lo largo de todo el año. No en la dinámica de «terminó Rock al Parque, ahora el frente es Jazz al Parque», «Termino Jazz al Parque, ahora el frente es Hip Hop al Parque».

En esa dinámica, estas empresas de promoción, producción y realización de conciertos tendrían mayores libertades de comercialización, viablilidad de ingresos extras que se sumen a las cifras que asigna Idartes a cada festival, facilidades en la contratación artística y otros procesos que, en verdad, son un desgaste interno para la entidad distrital.

Alfonso Pinzón (baterista Agony/Dia De Los Muertos, manager/promotor/agente ).
¿Cumple Rock al Parque con su función? Depende de cuál sea esa definicion de función. Si es pan y circo, la cumple a cabalidad. Si es convivencia entre al juventud, la cumple probablemente por tan solo unos dias, pues no creo que haya forma de medir la contribución del festival a la paz y convivencia en la ciudad. Si la funcion es darle un espacio a las bandas extranjeras (muchas de las cuales no tienen ese mismo espacio en su propio pais), la cumple tambien con creces. Si la funcion es fomentar y contribuir a que el rock nacional se desarrolle, entonces creo que ha fallado miserablemente, o dígame, ‘cuantas bandas nacionales han triunfado luego de su paso por el festival? ¿Es mas fuerte el rock nacional en el 2015 que en el 95?
Rock al Parque solo existe porque es público y al politico a cargo de turno le interesa su existencia. A él y a los proveedores, contratistas y burocratas que cada año se reparten la torta de las contrataciones. El hecho de que el festival no cuente con patrocinios privados en toda su existencia refleja la incompetencia y negligencia de sus dirigentes. Pero igual qué importa, si el dinero sale del erario publico, y digame ud., ¿en Colombia quién esta interesado en cuidar el erario publico? Si el festival tuviera patrocinio no solo aliviaria la carga al Estado, sino que permitiría los recursos necesarios para llevar artistas de primera linea. Ah, y la gente debería pagar por entrar, aunque fuera con una lata de atun. ¿Cómo es posible que en un pais con tantas necesidades no se aproveche el evento, que ademas es estatal, para no crear conciencia social?

Alvaro Gonzalez (Director de la emisora pública Radiónica)
Para mí, el gran atractivo de Rock al Parque se concentra en las bandas nuevas y emergentes de la ciudad, ellas son las protagonistas del evento. Si bien existe un componente internacional importante y bien curado, el objetivo del Festival se debe concentrar, para nosotros los medios, en la formación de un público que entienda que más allá del Festival las bandas necesitan un circuito autosostenible que les permita crear un verdadero mercado, el cual aún no lo tenemos. El Festival deber ser útil para esas nuevas generaciones de artistas.

El formato de evento público forma parte de la génesis de Rock al Parque y quizá es una de sus características más importantes y notables. Muy seguramente, quienes realizan el Festival han reflexionado sobre el ciclo del mismo, teniendo en cuenta su función como plataforma de lanzamiento de nuevos talentos. Está claro que el escenario de 2015 es diferente al del 2005 y por supuesto al de 1995. Ese análisis, al interior del Festival, sin duda, debe ser muy interesante. Otro aspecto fundamental en la actualidad de Rock al Parque se concentra en el crecimiento de los festivales privados. El Festival gratuito más grande del continente ya no es la única plataforma de proyección de nuevos talentos, no es el único responsable del circuito rock de la ciudad. Quizá, al no tener más ese peso, los objetivos del mismo le ofrecen una posibilidad más contundente a la hora de proyectar esas nuevas voces del continente.

Alfonso Espriella (Músico):
Considero que un gran reto que tiene el festival es el diálogo entre la curaduría y el público del festival. El reto está en que la tendencia del público es esperar lo conocido, los nombres de bandas «grandes» o legendarias (tanto en lo nacional como en lo internacional), y en general no prima una inquietud por descubrir o indagar en cosas nuevas. A su vez, la curaduría (desde hace varios años) viene evidenciando este reto ya que cuando introduce propuestas que, o no son ampliamente conocidas, o proponen una nueva comprensión del significado de la palabra «rock», se ve enfrentada a muchas voces disidentes por parte de este público. Lograr el balance entre satisfacer las expectativas tradicionales del publico y a la vez introducir nuevas propuestas o lineas de curaduría (sin que esto se haga de una manera tan brusca que deje al público sin punto de relación con su festival de años) creo que es uno de los grandes retos de Rock al Parque.
El evento me parece que cumple una gran función y es util para bandas y para publico. A veces me he cuestionado el tema de la gratuidad a la hora de ingresar al parque. Yo seria partidario de hacer el experimento de cobrar mil o dos mil pesos por la entrada cada dia.

Álvaro Vargas (Guitarrista de Lokos Kuerdos, Tokai y Distracción, codirector del festival Colombia Hardcore)
El festival cumple con la funcion de reunir muchas personas en torno al rock y sus vertientes. Cumple con las bandas que forjan sus sueños de estar en el festival y en tocar alguna vez allí. Al mismo tiempo frusta a muchas agrupaciones por no ser seleccionadas pero a la final todos hemos ido al festival durante todos estos años porque más alla de todo es un festival que es patrimonio rockero y como tal debemos disfrutarlo.
¿A quién debe servirle? Ojala en el futuro a todas las bandas que vienen y que se inscriben pero no sólo durante 3 dias del festival como tal, sino circulando durante todo el año por los diferentes escenarios de la ciudad.
Rock al Parque debe seguir siendo un evento público y gratuito. En estas epocas donde están llevando practicamente a la extincion a las clases medias, hay muchas personas que no pueden ir a los eventos, porque no tienen el dinero. Es dificil sacar la plata para asistir a los conciertos privados, por eso muchos solo asisten esos tres dias de Rock al Parque. Para algo deben servir los impuestos que pagamos, que se vean reflejados en cultura.

Andrés Gualdrón (Músico de Andrés Gualdrón y los Animales Blancos).
Creo que Rock al Parque cumple su función. En la edición pasada me parece que hubo una buena tarea en cuanto a construir públicos, mostrar a la gente ideas y tendencias a las que quizás no haya tanto acceso, mostrar la mejor movida nacional y una curaduría bien realizada de lo internacional. El evento debe ser útil para el público bogotano -que no es únicamente el público del rock y el metal más extremos -. Debe ser útil también para las bandas emergentes colombianas (las que trabajan en sus carreras, no las que esperan esta única ventana al año para ponerse las pilas) y en un futuro debería serlo sobre todo para las bandas latinoamericanas.
El festival debe seguir siendo público. Con el presupuesto «limitado» que tiene, quizás no pueda traer a Radiohead o Muse pero puede, y sobrado, traer a bandas increíbles de lugares como Latinoamérica, que son accesibles y que tienen mucho que mostrar en cuanto a lo que está sucediendo en el continente.

Leonardo Sicard (Director de la agencia Comma Colombia):
El Festival es sin lugar a dudas uno de los eventos más relevantes de la escena musical independiente colombiana, de eso no hay ninguna objeción. Ha llegado a colocar a Bogotá en el lugar que ocupa en Latinoamérica en materia de espectáculos, y aun cuando muchos no lo crean la industria ha crecido y aprendido de él, permitiendo fortalecer empresas y sirviendo de punto de partida de los planes de negocios y planeación de otros festivales que se hacen actualmente. Sin embargo ese pareciera ser también su inconveniente. El festival ha crecido y un sin número de actores junto a él, pero no vemos que lo mismo ocurra con los músicos. A los artistas pareciere que este importante festival no les deja nada, pero personalmente creo que falta también compromiso de su parte para aprovecharlo de una mejor forma. A las instituciones se les ha quedado por su parte de lado el tema de la promoción del talento, aun cuando se han esmerado no se ve decididamente el apoyo a las nuevas bandas y pareciere que ese trabajo es delegado a los medios independientes y a emprendimientos que aumenten la exposición y promoción de las bandas. ¿Que para quien es un festival? Creo yo que es para la gente, para quienes van a verlo, sin embargo es necesario también que la gente entienda que este tipo de festivales son seres vivos que deben crecer y no forzarlos a seguir cursos no debidos o a estancarse en el “debe ser” de su nombre.
Hablando de la gratuidad del festival, creo que solo es posible cobrar por algo cuando hay quien lo compre y quien lo desee tanto como para pagar. Hablar de un Rock al parque pago es ponerlo a competir en términos de producción y experiencia con festivales de otro tipo; creo que más allá del cobro es entender que sus asistentes deben ser formados.
La financiación del festival debe llegar a más, con el mismo enfoque y dirección de los últimos años pero no debe jamás permitirse que el patrocinador tenga alguna influencia sobre carteles. El festival es para las marcas a las que les interese el público que ya el festival tiene, no al contrario. Esta financiación debe emplearse también para la contratación de artistas locales. Por otro lado, se debería aumentar el nivel de exigencia de los artistas participantes y reducir la posibilidad de tocar múltiples veces, esto aumentaría el espectro de alcance.

Más información sobre Rock al Parque en su sitio oficial.

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