Por José Gandour @gandour
Hay que decirlo: Se agradece la constancia de los artistas que permanecen, que evolucionan, los que evitan ser flor de un día o de un sólo hit. Se congratula al músico que, conservando la esencia de su propuesta, toma riesgos y explora caminos, pasando por paisajes variados, algunos de suelo suave y otros de paisaje agreste, corrosivo, agresivo. Alfonso Espriella presenta su cuarto álbum Todo empieza ahora y se nota que la ruta lo ha llevado por terrenos disímiles. Se sienten en las nuevas canciones del colombiano variaciones de ánimo que pasan repentinamente de espacios de adulta ternura a rabia intensa, donde la agresividad acude a texturas incisivas, nuevas en la obra del artista. Estamos frente a un disco intenso, exquisito en los detalles y con melodías que no descuidan sus posibilidades de tener contacto directo con su público. Todo empieza ahora es un buen disco que merece ser escuchado con cuidado.
Alfonso Espriella hace el lanzamiento oficial de su nuevo álbum el 19 de octubre en el Auditorio Lumiere, en la zona Rosa bogotana. Por ello hemos aprovechado a adelantarnos y conversar con él sobre los detalles de su trabajo:
Después de tres discos anteriores, ¿por qué decir en la cuarta producción «Todo empieza ahora»?
Eso tiene varios niveles. Primero el más existencial o “espiritual”. Es la enseñanza principal en muchas tradiciones y caminos de conciencia: a habitar el presente. A estar abiertos al aquí y ahora, con todo y que la inercia de la mente es a sacarnos.. llevarnos a sus divagaciones sin fin sobre el pasado o el futuro. Quizá es una manera de seguirme recordando esto a mi mismo. Pero también a nivel circunstancial, por la época en que estaba escribiendo estas canciones sentía que cerraba ciclos y soltaba cosas: una relación, viejas expectativas sobre el mismo camino musical, viejos intereses musicales, etc. Entonces el nombre me funcionaba en muchos planos de mi vida.
Al decir que vuelve a comenzar, ¿cómo siente los trabajos anteriores? ¿Algo de lo cual se arrepiente?
No. Cada trabajo plasma cosas del lugar en el que estaba en ese momento. Cuando llegué a componer este disco, ya no tenia canciones del pasado. Las habia agotado todas, así que era un nuevo comienzo. No estaba comprometido con alguna vieja formula, con viejas ideas, podia agarrar para cualquier lado, dejar que lo nuevo naciera, fluyera. Y siento que hay cosas que obviamente suenan a mi, emotividades que pueden ser una especie de “sello” de Alfonso Espriella, pero que también hay nuevos riesgos: gritos y rasgados en la voz, canciones sin coros, un track que es una improvisación en un piano desafinado, y otras cosas que antes no haba metido en un disco.
En pocas palabras, ¿cómo describiría su sonido actual?
Al disco le siento dos caras. Una es densa, oscura, agresiva y otra dulce, nostálgica y amable.
Escuchando el disco, se siente por momentos un coqueteo con algunas esencias pop pero a su vez siento que usted explora la rabia de mánera más profunda que en ocasiones anteriores, ¿el paso del tiempo le está dando más permiso a explotar con más ahínco?
Puede ser. Yo hice metal de adolescente y aún me gusta. En este disco me atreví a traer algunas energías de esa parte de mi, pero re-contextualizadas en un formato no-metalero, incluso de sensibilidad más pop. En vivo muchas veces me daban ganas de gritar y lo hacia, y era una puesta en escena con más voltaje de ese tipo que los discos que grababa. Esta vez quise traer algo de esa viseralidad también al disco. La rabia puede ser una fuente de vitalidad muy poderoza, incluso gozosa, si está bien encausada. En este disco queria darle cabida a lo que fuera que me naciera, desde lo más dulce y sutil (canciones como Vida a lo más desgarrado como Teatro o El camino).
¿Se siente adulto?
Huy.. no sé.. la mayoria del tiempo creo que no, aunque en teoría lo soy. Creo que me cuesta asociar mi vida a un concepto de edad. Me siento más seguro de mi mismo que antes, eso si. Eso podria ser adultez, quizás. Creo que mis miedos (aunque los sigo teniendo), tienen un poco menos de poder y control sobre mi que cuando era más joven por ejemplo. Eso también podria ser señal de adultez.
Con el paso del tiempo y la evoluciónm de su sonido, ¿cómo se siente en medio de la actual escena musical colombiana?
Con el paso del tiempo creo que en el nicho del rock me he ganado cierto respeto que aprecio con humildad (y a veces desde la inseguridad, no creyéndomelo), pero a la vez, viendo bandas actuales con tan alta calidad me veo llamado a exigirme cada vez más, inspirado por el deseo de tener una propuesta tan profesional e interesante como la de muchos otros colegas rockeros.
Hablemos de su experiencia con Totó La Momposina. ¿Por qué hacer una versión de un clásico como El pescador con ella? ¿Ganas de coqueteo con otro público? ¿Un truco publicitario? ¿Ganas de experimentar terrenos desconocidos?
Quizá una justa dosis de cada una de las anteriores. Obviamente era conciente que era algo que iba a generar ruido, pero creo que no lo hubiera hecho si el resultado artistico no hubiera sido significativo para mi. Lo primero que me llevó a esa idea fue la inspiración que me dió verla un dia en concierto y sentir el poder de su voz y de su ser. Fue tan fuerte que quizá a un nivel dije: “yo quiero algo de eso”, y ahí nació el deseo de traerla a cantar en una producción rockera, pesada, también para ver como dialogaban esos dos colores sonoros. El resultado de una me gustó, lo sentí natural.. tan natural como el mismo proceso de vida que me llevó a ella, descubriendo que ensayábamos el mismo dia, a la misma hora en el mismo ensayadero, cosa que hizo posible el encuentro y la conversación. Entonces digamos que fué un interés esencialmente artísitco, que la vida facilitó para que se plasmara, y que también sabía que iba a dar de que hablar.
¿Cómo quiere que sea descrito en prensa y entre sus aficionados este nuevo álbum?
Como un disco en el que me doy nuevas libertades, donde amplío aún más el espectro de lo que puede caber dentro de mi proyecto. Donde hay desgarre, intensidad, profundidad.. todo eso me gustaria que fuera percibido.