Por Ana González @brina.quoya
Nota del editor: La prensa especializada y el público colombiano la conocen como una de las mejores bajistas de la escena. Se llama Ana González, y ha hecho parte de proyectos destacados dentro del ambiente alternativo bogotano como como Mad Tree y Schutmaat trío. Ahora, a partir de su nuevo proyecto como solista, se le reconoce como Brina Quoya. Le hemos pedido hacer un listado de lo que más le gusta en este momento de la música de su país y nos ha mandado un texto explicando el porqué de sus escogencias. Aquí va entonces:
Oh’laville – Magia Negra: Me gusta mucho el ambiente rítmico/armónico de la canción que a través de elementos afro evoca una suerte de rito. Creo que es fácilmente la banda con la mejor voz en toda la escena nacional en la actualidad, y en esta canción podemos oír a Mateo París ir desde lugares muy limpios hasta muy extremos en su interpretación. Quiero mucho a Oh’laville porque siempre que los veo en vivo hay un algo más que no para de sorprenderme.
Mad Tree – Alquimia: Esta canción llegó a mi un poco por Radiónica, y porque por cosas de la vida terminé tocándola junto a ellos. Siento que aunque no es una banda de Rock Progresivo, el texto guarda un poco esa actitud al estar lleno de símbolos y diferentes niveles de lenguaje que le permiten al que escucha tener muchos lugares para relacionarse con ella, y eso me parece que en ésta época requiere muchas bolas y vale oro. Además amo la energía que va liberando la canción a través de todo su arreglo.
Seis Peatones – Vuelve: Siendo Andrés Cardona y Juan Amaya los tremendos guitarristas que son, Seis Peatones es una banda concebida muy para y por la guitarra y en esta ocasión no se quedan atrás. Las partes de las guitarras están supremamente cuidadas desde el sonido hasta las mismas ideas melódicas, pero además mantienen un balance tremendo entre eso y hacer canciones lo que le da a esta canción un carácter de balada rabiosa que amo.
Ana Salive – Memoria Rota: La he visto en varias cantadas en casas de músicos tremendos de la ciudad de Bogotá cantando sus canciones acompañada de su guitarra, y he tenido la fortuna de cantar y tocar con ella en varias oportunidades. No solo cuenta con una de las voces más particulares que conozco, sino que es una cantautora con una facilidad increíble. Esta canción es de mis favoritas porque habla del olvido desde una perspectiva femenina que no apela a un empoderamiento de pose.
De Juepuchas – Panas: Lo primero que hay que decir es: Que tremendo video animado! Ovación de pie a los señores de Muta Bor Studio por lograr tan contundentemente que lo visual se compenetre tan bien con la música. Esta es una pieza musical llena de sonidos de la música tradicional de los llanos orientales como el cuatro, los capachos y algunos cantos de vaquería, acompañados de pads, beats y uno que otro glitch, que van contribuyendo al desarrollo del tema. Creo que lo que más me gusta es que hace uso respetuoso de lo tradicional, y no apela a los lugares comunes de la fusión, logrando un sonido muy sobrio y muy bonito.
Maria Vanedi – Hermano (Richard Blair Remix): Esta canción en su versión original aparece en el disco Paz de María, que además fue producido por Teto Ocampo. Siento que es una invitación a replantear nuestra identidad, reconociendo que además del pensamiento occidental, los pensamientos indios y negros junto con sus manifestaciones culturales han sido tan o más civilizadores de lo que consideramos en nuestra cultura como latinoamericanos. Es una invitación a reconocernos como iguales. Amo de esta versión la intervención del sonido en las voces que se vuelven atmósfera, el pad de bajo lleno de subs y las ideas derivadas del afrobeat para el groove.
Sidestepper – Magangué: Creo que el éxito de Sidestepper no radica en hacer uso de la música tradicional, sino que en su uso de ésta son supremamente cuidadosos al no caer en un uso y abuso de lo “exótico” en lo que hacen. Lo que más me gusta de esta canción es que suena a algo sumamente tradicional, y al prestarle atención a la instrumentación y al texto, resulta que como todo en este continente, son muchas las raíces allí presentes. Desde el coloquial “si o qué?” propio de las ciudades de este país, hasta la marimba de chonta, las flautas y el carácter responsorial de los coros; somos una sopa de muchas raíces.
Bomba estéreo – Duele: Nada que hacer: Ésta canción me entró primero por los ojos con los tomates gigantes en un desierto. Es un video muy particular, y una manera muy honesta de hablar del duelo en una ruptura. Muy curiosa la parte melódica de la flauta de millo que constituye un hook perfecto.
Lianna – Me quedo aqui: Me recuerda al sonido del Neo-soul y el Hip hop del paso de los 90s a los 2000, con exponentes como Erykah Badu o Lauryn Hill, y creo que es un gran lugar de la música popular para estar. Piano eléctrico con una progresión muy soulera y una interpretación vocal muy del estilo. Me quedo aquí es una oda a sentirse bien con uno mismo y vivir en el presente.
Schutmaat Trio – Las horas: Esta canción hace parte del EP 4, tercera publicación del Schutmaat Trio, y me gusta porque es una de las canciones con las que se dio un paso adelante para desprenderse de lo cómodo, que era de alguna manera haber encontrado un sonido catalogado como alternativo que dio mucho de qué hablar en la escena independiente entre 2013 y 2015, y abrazar otros estilos y formas de producir música. Tiene mucho de Trip hop, y ese algo medio weird que siempre caracterizó al trio, y una postura un tanto existencialista en el texto.
Brina Quoya – Lo que ves no soy yo: Hace parte del primer EP de mi proyecto personal, que va para dos semanas de haber sido publicada. Representa, ahí si, abrazar lo desconocido que es hacer parte de un proyecto desde un lugar muy distinto, y es una canción que habla del cambio, de lo difícil de permanecer en un solo estado cuando la vida te llena de experiencias que reafirman ciertas cosas, pero que hacen cambiar otras. Esta canción fue producida por Alvin Schutmaat, compuesta por mi, y ya está en plataformas digitales para todos ustedes.