buceadorvoltioPor José Gandour @gandour

Tres músicos con pinta de científicos locos, con una trayectoria respetable en la escena musical argentina, deciden acudir a la fuerza del ruido instrumental para sacudir el mundo como ellos lo conocen y a punta de experimentaciones eclécticas comienzan a ocupar su lugar entre los más interesantes provocadores de caos sonoro de este lado del planeta. Se hacen llamar Buceador Voltio, un nombre que sugiere una especie de surfing a través de las olas energéticas, por donde pasean sus banderas, que por momentos se visten de calidez y en otros instantes se cubren de crudeza.

Buceador Voltio está conformado por Matías Betti (toca el stick, instrumento de cuerda pulsada que permite la ejecución de múltiples notas cualquiera sea la distancia tonal),  Renzo Baltuzzi (guitarrista, compañero de andanzas de artistas tan destacados como Peteco Carabajal, Adriana Varela, Kevin Johansen, Lito Vitale y otros) y Pablo Belmes (baterista que ha participado en los proyectos de Tonolec, Xeito Novo y León Gieco). El trío alcanza a describir su proyecto como una mezcla de jazz, electrónica y rock experimental. Están comprometidos con el desarrollo plenos de las melodías y se nota su arduo anhelo por crear memoria auditiva entre los espectadores, demostrándolo con su álbum Antena.

Este disco de diez canciones, pasa de la distorsión agresiva de Il mostro (tema que abre la producción), a la atrevida postura funk trasgresora de Pulpo, haciendo escala por el tierno alucinamiento que produce Arsenal. Los temas son capítulos entrelazados que pasean por diversos paisajes que tienen su propia voz y su particular gama de colores. Buceador Voltio tiene expresión madura, pero, a su vez, no deja de tener la sensibilidad de un niño a la hora de describir con sus notas todas sus alegrías y sus temores. Lo que exponen, más que la típica presunción de inteligencia que asumen otros proyectos instrumentales contemporáneos, es la emoción en la experimentación, el respeto cariñoso hacia el oyente y el deseo de zarandear nuestro espíritu lúdico, haciéndolo transgredir fronteras listas para ser derrumbadas.

Antena es un disco que se permite tener dos covers muy populares, Riders on the storm, de The Doors, y Dear Prudence, de The Beatles. Buceador Voltio se atreve a presentar sus versiones de estos clásicos, porque sabe desajustarlos, reconstruirlos y mostrarlos como si fueran propios, y lo son, porque sus grabaciones contienen suficientes ingredientes peculiares como para dudar de la original autoria. Al reconocerlos, sólo nos queda simplemente aplaudir porque el desafío ha funcionado plenamente.

Agradecemos los quehaceres de este trío de provocadores, desquiciados y hasta irrespetuosos experimentadores llamados Buceador Voltio. Su trabajo es impresionante, consiguiendo plasmar uno de las mejores producciones musicales de 2016. Este es un álbum imperdible, sin lugar a dudas.

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