Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Los Barrelshots – I´m coming home
No se deje confundir por su imagen. Cualquiera, al ver sus fotos, esperaría de este cuarteto ecuatoriano el tradicional sonido ska en sus canciones. Y si, de ahí vienen sus raíces y seguramente sus resonantes inteciones originales, pero lo presentado en este Ep es más abierto en sus resultados. Este trabajo, con dos grabaciones muy interesantes, navega en su primera parte, con la ayuda de la cantante Lady Lex, por una especie de calipso nostálgico con reminiscencias traídas de la década de los sesenta y, en su segunda sección, es una inquietante tonada instrumental que combina, quién sabe si accidental o conscientemente, algo que contiene un exquisito origen caribeño con un aroma más cercano al trip hop oscuro británico. Hay una brillante selección tímbrica en el teclado, y en su forma de presentar sus temas algo marca felizmente la diferencia, lo cual nos hace pensar que, si estos músicos residentes en la ciudad de Quito, siguen por esta línea, llamarán mucho la atención de los aficionados a la buena música. Estaremos pendientes.
Max Ruano – Colgado de las griferías
¿Busca álbumes bonitos con los que pueda recobrar por unos minutos su esperanza en el mundo y todo lo que lo rodea, o, al menos, pasar un gran rato con música sencilla y hecha para animarse sin mayor preocupación? Quizás este sea el disco que anda anhelando escuchar. La verdad es que lo que nos propone este artista uruguayo es un compilado de cinco canciones hechas con delcadeza y buen gusto que, sin seguramente pretender alentar a las masas, puede, por su sensibilidad, su buen humor y sus melodías contagiosas, llegar a fascinar a cualquiera que lo oiga. Este trabajo contiene elementos provenientes del pop, del jazz, del rock, del folk, todos amalgamados para lograr temas perfectos para inspirar una sonrisa que sana cualquier malestar espiritual.
Picaporters – XXIII
Hace un buen rato que no teníamos en la mira a este trío procedente de la ciudad de La Plata. Nos habiamos perdido de sus noticias y ahora, afortunadamente, nos volvemos a encontrar con ellos, ante la salida de esta producción, hecha de forma análoga, donde siguen explorando con solidez artística e intelectual una intensidad y pesadez sonora admirable. Buena parte de de las grabaciones que se presentan en este disco superan los ocho minutos (hay un tema que resuena durante mil ciento treinta y seis segundos) y están hechos en formatos casi sinfónicos en la disposición de sus particiones. Dicho todo esto, este es un álbum que no está hecho para que el oyente se conforme con la emoción esporádica de una composición que va al hueso de manera inmediata, sino más bien para que se entretenga con la presentación de capas y más capas retumbantes que establecen una ruta de odisea oscura, fascinante y no muy fácil de transitar. Prepárese, ajuste sus cinturones y déjese llevar. Será una buena experiencia, se lo garantizamos.