Por Equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Malditos Mártires – Malditos mártires
Si algún joven aspirante a director de películas al estilo de Quentin Tarantino está buscando una propuesta para sus bandas sonoras, nosotros podemos recomendarles esta agrupación peruana de fino sonido de orquesta, que hace buenas baladas para los momentos románticos y logra rápido ajetreo para las escenas de acción y violencia. Desde Lima nos llega el primer larga duración de este conjunto que combina sabiamente el clásico rockabilly, momentos de buen condimento ska y surf en los instantes que haga falta trepidante velocidad para agitar a las masas. Lo suyo es interpretación sólida, canciones divertidas y buen gusto para traer los sonidos del pasado y transformarlos adecuadamente para los tiempos modernos. Una joya que vale la pena escuchar repetidamente.
FelipeAnm – De ánimo y no de cielo
Unos aprovecharon la cuarentena mejor que otros, y en este caso lo decimos por este cantautor chileno que usó el tiempo de encierro para grabar cuatro temas y hacer con ellos un pequeño disco de bellas e íntimas tonadas que bien merecen el tiempo necesario para ser escuchadas. El autor advierte en su información que estas son composiciones hechas para niños, pero la verdad es que podemos ignorar dicha etiqueta, ya que creemos que este material puede ser disfrutado en cualquier momento por cualquier persona, no importando la edad que quiera exhibir su certificado de nacimiento. Son cuatro cortes hechos de manera acústica, agradable folk para ser oído sin complejos y sin exigencias que vayan allá de ser disfrutados quizás regresando al mejor instante de nuestras vidas (o algo parecido, para no ponernos tan trascendentales).
Parlantes – El sueño de Pedro
Hay bandas que quizás de tanto ocultarse, si dejan escapar una luz desde su escondite, hacen brillar todo su entorno y nos obligan a buscarlas para saber más de ellas. Pasa algo parecido con esta agrupación de Medellín, que puede permanecer años en el misterio absoluto, sin que se asomen fuera de su ciudad y de su propio refugio, y, cuando menos lo esperamos, sueltan cuatro complejas grabaciones que conmocionan a los oyentes. Todo esto pasa por su atrapante mezcla de miles de elementos, donde se alojan la declamación de poemas encantadores, distorsión en formato indie, ritmos que se aproximan a los compases andinos, y hasta un estimulante espíritu punk que no se atraganta con la protesta barata sino con un cuestionamiento profundo y directo. Parlantes es una de las mejores agrupaciones colombianas de los últimos años, y al mismo tiempo son la perla que durantelargos períodos se esconde en su ostra, haciéndonos pensar que han desaparecido del mapa. Ojalá se decidan de una vez por todas, cuando todo esté listo, a conquistar los escenarios latinoamericanos como es debido.