Por José Gandour @gandour
Si el autor de esta nota fuera un millonario despreocupado, sin acreedores que lo persigan, pagaría con gusto los seiscientos sesenta y seis dólares que pide en Bandcamp la banda argentina Los Muchachos de la Secta por su álbum El rock and roll lo invento la CIA. Se los juro.
Los Muchachos de la Secta es un quinteto de simpáticos incendiarios, graciosos aprendices de estafadores virtuales, que hacen música divertida con letras que involucran teorías conspirativas («El Rock and Roll lo invento la CIA/Para ganar la guerra fria/ Yo por eso hago pop»), fascinaciones egocéntricas inesperadas («No es mi culpa que tu novia piense en mi/No es mi culpa ser el líder, yo no lo pedí/Ellas me aman por ser real, no es mi trabajo decir la verdad/Es hacerlas bailar») , y confesiones descaradas sobre aptitudes artísticas («Me compré una guitarra sin saber tocar/ y a los pocos meses era el rey del underground local/Me abrí un estudio con la de papa y ahora hago noise/para saciar mi soledad mental»). Ya, sólo por decir estas cosas, merecen que les paguemos la cifra del diablo en moneda americana y algo más.
Esta producción, dirigida por Santiago De Simone y la propia banda, está listo para romperle la cabeza a todos, con una fórmula que ha funcionado ayer, hoy y siempre: Rock´n´roll sencillo, directo, bien hecho y divertido. A punta de guitarras afiladas inspiradas en la vieja guardia, pero sin dejar de sentirse adecuadas para los tiempos que vivimos, este trabajo discográfico emociona de principio a fin. Desde el primer grito, El Capitan Mandioca cautiva con su voz y desecha toda posibilidad de sentir que el ritmo aquí contenido, por más que lo hayamos escuchado miles de veces en otros protagonistas, aburra o tenga desperdicio. Los Muchachos de la Secta aprendieron bien la lección y la plasman con total frescura en 4 canciones, menos de 12 minutos, para deleite de los que buscan la diversión más sana de este lado del infierno.
¿666 dólares por este álbum? Algún richachón anarquista seguramente comprenderá el chiste y los pagará, y nosotros, los agradecidos por estas grabaciones, lo felicitaremos.