Por José Gandour @gandour
Insisto: los muchachos quieren bailar y estamos en una tierra rica de ritmos que pocas veces han sido explorados por fuera del ambiente del folclor tradicional. Si, la electrónica colombiana se ha alimentado de estos antecedentes ancestrales para prender fuego en las pistas de baile, pero ya muchas propuestas se han quedado en la suma obvia, en la que uno más uno no pasa de dar como resultado dos, y donde los proyectos se repiten y se estancan en la simple meta de poner a danzar rápidamente al oyente. Por ello es refrescante la llegada de Maiguai al panorama musical latinoamericano.
Este dúo, conformado por Marisol Arévalo y Álvaro Vargas, ha encontrado, sin desviarse mucho de lo esencial, del sonido proverbial local, una ruta más densa, más intensa, en la presentación de sus canciones. Su ep, llamado Fueque, encuentra más recursos en su mixtura de sonoridades acudiendo al trip hop, al estilo de Massive Attack o Tricky, que al viejo recurso del house, ese que pone el bombo a reventar oídos y a buscar la esclavitud del contoneo repetitivo. El desenlace de sus canciones, siete en total, es mucho más sensual que agitado, y sin embargo invita al movimiento contínuo del cuerpo, a la sonrisa, a la seducción. La guitarra se esfuerza en cautivar y no perderse entre los beats y, a su vez, da espacio a que la voz de Arévalo se exprese a lo largo de las composiciones de manera libre y deliciosamente melódica. El álbum comienza fiestero, con el tema que da título al trabajo, pero a medida que avanza, se llena de una ternura arrasadora que termina abrazando al oyente y provocando eso que llaman los brasileños saudade, es decir, un sentimiento afectivo próximo a la melancolía, pero sin dejar de lado la alegría de encontrarse ante una obra que nos besa mientras suena y nos satisface al momento de su desarrollo. Canciones como Carmencita, Confusión y Huracán son fiel muestra de ello.
Este es un buen trabajo al cual vale la pena seguirle la pista, si se quiere ver lo que será la nueva generación del sonido electrocolombiano.