Por José Gandour @gandour
Si algo hay que agradecerle a la agrupación colombiana Revólver Plateado es su esfuerzo por marcar camino aparte y esmerarse por lograr su propio sonido. Si algo caracteriza a Luz de San Telmo, su último álbum, es su ahínco por adoptar una sonoridad cercana, íntima, donde cada canción luce como si estuviera hecha solamente para el oyente que se concentra en oírlos en cada momento. En el caso de su nuevo sencillo, Cosas para olvidar, la voz de Mauricio Colmenares parece cantar al oído de cada persona que los atiende, un murmullo que crea lazos entrañables con el atento espectador.
En un país donde gran parte de los integrantes de su escena rockera no se aventura demasiado en su propuesta y más bien prefiere obedecer unas cerradas reglas de juego, Revólver Plateado se mezcla con elementos poco habituales y le da rienda suelta a los experimentos sonoros que otros evitan por temor a salirse de la segura carretera en la que creen estar transitando. Es posible que algunos escuchas se alejen de la inconvencionalidad de Revólver Plateado, porque no es el «sabor del mes» según ciertos medios, pero quien continúa pendiente del buen quehacer de sus grabaciones agradece la diferencia de su estruendo.
Con Cosas para olvidar, Revólver Plateado confirma su identidad y su clara intención de hacer bien lo que se le da la gana. Por ello es una de las mejores bandas del panorama colombiano.