Por José Gandour @gandour

Y si volvemos a los tiempos de horror e incertidumbre, ¿por qué no iban a regresar las canciones de resistencia a tanta miseria?

Si Argentina vuelve a vivir sus peores momentos, los transcurridos a finales de los años noventas y principios del nuevo siglo, no nos sorprende que a bandas de constante cuestionamiento social como Las Manos de Filippi les parezca necesario volver a acudir a los himnos de antaño, tales como Señor Cobranza,  para denunciar la misma corrupción de siempre, sin eliminar un ápice de su lenguaje procaz y directo, ya que, a pesar de los 25 años de recorrido, la desesperanza cunde en los barrios y los índices poblacionales regresan a los mínimos sostenibles y más abajo.

Claro, Las Manos de Filippi comprende igual que han pasado dos décadas y media y que hay el menester de recuperar el tema y actualizarlo. Volver a grabarlo  usando los recursos que se tienen a mano, y sabiduría del paso del tiempo que enseña un mejor quehacer en el registro. A las intenciones originales , y aprovechando su estancia en Santiago, se suma la participación de la cantante chilena Ana Tijoux, que añade en formato de versos su sello de hip hop intenso y denunciante, asi como la afortunada participación de Brass al Límite, retumbando con bronces potentes que empoderan aun más la producción.

Está claro que está grabación no sonará con facilidad en las radios comerciales del continente (ya todos sabemos la razones de la censura) pero no dudados que se esparcirá rápidamente en los oídos que quieren recuperar un viejo tema reversionado para potenciar los gritos callejeros contra el sistema, en tiempos en que es fácil darse cuenta que el cinismo va ganando, y que sólo quedan las ganas de resistencia para impedir que caigamos en ka desazón.