Por José Gandour @gandour
Después de tres años de ausencia, de tres años de hacerse esperar, desear y celebrar, la banda regiomontana Niña regresa y vuelve a darnos una intensa lección de cómo se hace una buena canción pop que nos pone a cantar desde la primera vez que la escuchamos.
Niña es, por cosas del destino o por decisión propia, uno de los secretos mejor guardados de la música mexicana. Es la agrupación que, despúes de varios años de hacer temas de alta calidad, muchos apenas conocieron cuando detectaron la mención que hacían sus coterráneos de Jumbo de su tema Ella es mi disco en su exitoso hit Siento que…. Niña es uno de los símbolos de siempre del respetado sello independiente Happy fi, pero, aun después de todo este tiempo, América Latina aún se sigue perdiendo la brillantez de sus grabaciones.
Niña regresa, después de tres años de pausa, con Flotando, una canción de apariencia increíblemente inocente, una producción que hubiera podido haber sido hecha hace diez, veinte años, pero que, aún así, en estos tiempos tiene el poder de reconfortar y convencer al oyente con una melodía sencilla y una construcción instrumental de piel ingenua pero abrasadora. Lo que hace Niña con Flotando es recuperar el valor del buen pop de Monterrey, es dar aliento a punta de una gran tonada y exigir su puesto en el a veces confuso panorama musical de su país. Lo suyo se trata de volver a replantear el abc de las propuestas independientes y simplificar la realidad al punto en el que merece estar.
Nos alegra el regreso de esta banda. Nos alegra, a través de su nuevo momento musical, volver a creer en el amor pop.