Por Daniel López
Una a una, las secuencias creadas en un compendio de atmósferas perfectamente elaboradas. Memorias de profundidad, recuerdos a Depeche Mode y a ese rock encaletado en viajes densos, frescos, poderosos y bellos.
El trabajo que sustenta discográficamente Monitor, es de principio a fin un magnífico recuerdo de esa idea de crear capas tras las letras, la música, el viaje creado y compuesto y la narrativa sonora nueva a través de una ciencia visual magnífica.
Y ahí Monitor es un gran equipo que involucra la interacción de las artes: el trabajo en un gran estudio discográfico cómplice -Nébula-; la creación visual respetuosa y cálida en su puesta en escena a cargo del gigante Giancarlo Orsi a bordo, hacen que Monitor tenga un plus, aparte del gran trabajo sonoro compilado en Señal.
De principio a fin, el “downtempo” lleno de riffs y unas bases que llegan a un clímax de canciones que definen perfectamente el mapa a recorrer en un disco que, si a mi me preguntaran, habría que oír cómodamente y completico, sin saltarse ninguna canción, sintiendo como por el camino, van llegando colaboraciones de Juan Galeano -Diamante Eléctrico- en Fantasma y de Nicolai Fella en Anónimo para identificarse con esa elegante pieza que el colectivo de Zárate y compañía nos regalaron en 2016: una memoria de las mejores señales.