Si algo podemos decir del actual momento musical chileno es que, entre otras buenas fortunas, hay una feliz escena pop que evita los clichés de otras fronteras. Un pop sensible (que no significa ser cursi) y con canciones construidas con melodías impactantes que rompen las obviedades del género. Hacen canciones que quedan en la memoria sin estorbarnos, más bien ayudando a construir una mejor banda sonora en nuestras vidas. Prehistóricos es un gran ejemplo de ello.
Esta banda va camino de presentar un nuevo álbum, después de sorprendernos con Nuestro día vendrá, un disco impresionante que merece calar mejor en los oídos latinoamericanos. El próximo trabajo tiene ya su adelanto, Nos vamos de la ciudad, una composición sensible, de bellas voces y que dan ganas de repetirla en nuestro reproductor sonoro varias veces sin cansarnos. El nuevo trabajo, según parece, conserva el buen sello de la banda. Eso nos alegra. Ojalá traiga más sorpresas como esta.