Por Rodrigo Ricardo @hhdrums
Cuando uno piensa en Perú, musicalmente hablando, se vienen a la mente miles de imágenes y de referencias, debido a la riqueza cultural tradicional de tal país. De él han emanado una no pequeña cantidad de artistas representando diversos géneros que van desde la música andina hasta el Death Metal. De unos años para acá, han resaltado agrupaciones como Líbido, Arena Hash y solistas como Pedro Suárez-Verti como abanderados de la escena rock peruana.
En esta ocasión, he tenido la oportunidad de escuchar algo de lo más reciente que ha producido la tierra inca: una agrupación llamada We the Lion, la cual sorprende con su primer trabajo discográfico, llamado Violet, álbum conceptual el cual, en sus propias palabras, “(…) te lleva desde el momento en que dos personajes se conocen, se enamoran y se separan, hasta el momento en que sus caminos toman diferentes direcciones definitivamente. Los sentimientos de los personajes toman una gran parte de lo que los escuchas experimentarán. Toda la música, sonidos y ritmos, lo harán sentir como si estuviera allí, experimentándolo por sí mismo”. Así lo describen ellos mismos.
Siendo una banda peruana, autodefinida como “orgánica”, encasillándose ellos mismos en el género folk, uno pensaría que lo que hace está lleno de zampoñas, charangos y quenas, pero no… El indie-folk al que se acomodaron estos muchachos tiene una influencia marcada del “Americana” hecho por músicos como Mumford & Sons o Phillip Phillips, con quienes comparten lugares comunes, melódica y armónicamente hablando.
De principio a fin, este álbum nos lleva por un muy agradable camino musical, en el cual las guitarras, los ukeleles, la percusión minimalista, las voces bien ensambladas y los vientos nos aproximan a sentimientos bien plasmados de alegría, calma, júbilo, tristeza, ansiedad y melancolía. Son canciones llenas de alma, de un calmado ímpetu que llegará con seguridad al espíritu de quien los escucha, impregnándolo de cada una de las emociones que transmiten. No se equivocan al decir que hacen música orgánica, pues con lo que hacen, quien lo disfruta se siente conectado con la tierra, provenga de donde provenga.
Es Violet un muy buen trabajo que cuenta con un sonido cálido, profundo y familiar (para nosotros los adultos que queremos apartarnos un poco del caos y las preocupaciones que trae el día a día). Bien ejecutado, excelentemente producido, puede llegar a ser la banda sonora de un viaje de autodescubrimiento por parajes desconocidos (aunque suene cliché). Lo recomiendo a ojos cerrados, sobre todo las canciones So Fine, Go Go Go y Part of the Wind.