Por Rodrigo Ricardo @hhdrums
Hablar de rock progresivo es complicado. Es decir, es un subgénero al cual le cabe de todo, debido a que entre sus principales características están la experimentación y la estructura composicional no convencional. A veces creo (y es mi opinión puramente personal, no compromete a la Dirección de Zonagirante.com) que el término se lo inventaron para incluir dentro de él a todas las bandas difíciles de encasillar dentro de una categoría rockera (o a las que no entendían… ja ja ja).
Resulta y pasa que me he encontrado con una banda chilena (otra vez) llamada Zoológica. Formada en 2011 pero consolidada en 2015, esta agrupación está compuesta por Rodrigo Abarca en bajo y voz; Matías Ponce en la guitarra; Andreas Schiefelbein en guitarra y voz y por Luis Zuñiga en la batería. Y ¡vaya qué banda, carajo! Su EP titulado La Hierba Roja es una implosión de sonidos intachablemente articulados. Baterías caóticas bien ejecutadas, armonías y melodías vocales en perfecto ensamblaje, guitarras hipnóticas y un bajo que está en perfecta consonancia melódico percutiva.
Analizando las composiciones, uno podría pensar al empezar a escuchar la primera canción del EP, Alondras, que es una banda indie, post-hardcore, al estilo de Saosin o Chiodos. A partir de Aspidoquelon se puede dilucidar una mayor cercanía a bandas como The Mars Volta o Closure in Moscow, abanderadas del nuevo sonido progresivo, sobre todo en las partes más pesadas de las composiciones y, como el inmenso monstruo al cual hacen alegoría, nos atrae como peces (con sus sonidos) no para comernos, sino para darnos con esta experiencia sonora alimento para el alma. Igualmente, se puede apreciar una muy marcada tendencia melódica de las raíces andinas de estos muchachos en los momentos menos fuertes, lo cual resulta bastante interesante y les da un matiz sublime a los temas. Sin embargo, lo más curioso es que (a diferencia de muchas bandas de rock progresivo) todas las canciones se desarrollan muy fluidamente y los cambios rítmicos y armónicos se dan de una manera muy natural, lo cual hace disfrutar de este trabajo desde el primer contacto que se tiene con el mismo, aunque cada vez que se escucha se pueden descubrir nuevos detalles, nuevos matices y nuevas ideas.
Sobran las palabras, en realidad, al momento de referirse a este EP. Una palabra para describirlo no existe y las que se puedan usar se quedan cortas… Me atrevo a decirlo sin temor a exagerar… La Hierba Roja, a pesar de mostrar elementos comunes con otros discos de bandas progresivas, muestran que hay lugar para plasmar tendencias locales de una forma no forzada y que puede salir de ello un resultado óptimo, refrescante y delicioso de escuchar.