Por José Gandour @gandour
Lo primero que hay que decir en esta nota es que por fín la banda colombiana Bomba Estéreo saca el video del mejor tema de su último álbum Amanecer. Lo digo, con todo el respeto y admiración del caso: La canción diferente, la que marca el camino distinto frente a toda obra anterior, en este disco es Soy yo. Este es un tema potente, que sabe integrar aún más los sonidos del Caribe contemporáneo con el ensamblaje de ritmos electrónicos del momento. Aquí es donde resalta lo que podemos llamar «el hip hop champetúo», esa propuesta que sin dejar de ser latina, se hace aún más mestiza y mulata para conquistar las pistas de cualquier espacio mundial dedicado al baile. Es en esta grabación donde se nota la mano del productor norteamericano Ricky Reed, quien sabe poner a la banda en un espacio internacional sin que pierda su esencia vital, y donde más bien previene un posible estancamiento y la hace crecer.
Ahora, el video: Tambien aquí hay que quitarse el sombrero. Es un clip muy divertido, que se quita de encima un montón de clichés y que crea además un ícono. Lo digo porque lo primero que recordé al ver el desarrollo de la historia fue el impacto que causó en la audiencia la abejita del famoso video No Rain de Blind Melon. Aquí la figura es similar, siendo latina, con un look que roza la estética nerd, y con una actitud que fascina y que se impone de tal manera que estoy seguro que más de una joven del continente se sentirá representada y empoderada. Es una chica que camina las calles marcando el ritmo sin importar el qué dirán y enfrentándose con todo su garbo a los posibles personajes abusivos que nunca faltan y a los que derrota con encanto. Es un video que sin caer en la obviedad (es mas, la evita con gracia) tiene su feliz contenido social y se presenta como un valioso acto de rebeldía, porque, al fin y al cabo «Soy yo».
Bomba Estéreo crece, y aunque le moleste a muchos, desde Zonagirante.com decimos e insistimos en decir que ellos son de lo mejor que tiene el Rock colombiano, y le decimos rock porque ellos tienen los cojones que más de un pastor de los géneros corrosivos más anquilosados quisiera tener, y porque aún, en medio de esa afortunada altaneria, nos ponen a bailar como es debido.