Por José Gandour @gandour
¿Sería exagerado decir que Kinky es una de las mejores bandas de pop rock electrónico del hemisferio? ¿Es demasiado si afirmamos que, después de 18 años de historia, aún hacen parte del privilegiado conjunto de propuestas musicales latinoamericanas que ha sabido comprender el paso del tiempo? ¿Podemos insistir en su capacidad de permanencia y en su vigencia, superando baches como pocos han logrado hacer?
Nos permitimos decir todo esto porque la verdad es que esta agrupación mexicana, después de 8 discos, diversos premios internacionales, pasos por diversas disqueras y experimentos sonoros de todo tipo (incluyendo un disco Unplugged, publicado hace dos años, que, dicha la verdad, no fue el mejor momento de su carrera), ha sabido sobrevivir de buena manera y logra salir con la cabeza en alto, no importando las críticas de algunos y las desmemorias de otros. Kinky tiene aún la facultad de hacer buenas canciones y estar a tono con los días que vivimos.
Para confirmar esta premisa, presenta Desaparecer, un video de sobria factura que acompaña una grabación de elegante resultado que acoge sonidos houseros y elaborada con fino tacto pop. Kinky sabe hacer temas que tienen buenas posibilidades en la radio comercial, sin perder el gusto ni la delicadeza en su quehacer. El clip tiene una edición que acompaña de manera adecuada esa sensación de viaje sonoro que transmite el audio, y le da colores de amplios paisajes con el transcurrir del relato. Se apoya por momentos en textos, sin caer en el mal gusto de la mayoría de los «lyric videos»: Las palabras son recursos visuales que saben complementar el momento, no se apoderan de la pantalla de manera exagerada. En fín, este es un buen trabajo audiovisual que sabe presentar el regreso de estos regiomontanos a sus orígenes electrónicos.
Nos agrada escuchar de nuevo de Kinky y ver que conservan su frescura. Algunos, no sin faltarles mucho la razón, dirán que, después de unos cuantos pasos fallidos, es bueno verlos tomar la ruta original. En todo caso, nos alegra por ellos y por la buena salud de la música del continente.