Por José Gandour @gandour
Foto Sara Espinoza
Lo habíamos dicho en una ocasión anterior: La nueva generación de cantantes femeninas colombianas es poderosa, sacude la tierra a su paso, toma su puesto como le corresponde. La nueva camada de voces mujeriles es la que manda la parada en este país, y está claro que una de esas voces pertenece a Lianna.
Lo de esta chica, nacida en Medellín, residente en Bogotá, tiene base en un poderoso y sensual vozarrón que logra poner la piel de gallina en cada nota, y más cuando logra cubrir el aire con texturas de soul estremecedor que contiene todas las frecuencias necesarias para establecer quién manda en todo su espacio en el momento que canta. Lianna poco a poco va comprendiendo que esta comienza a ser su hora de la verdad y que es el momento para que la audiencia la reconozca más por sus obras que por sus colaboraciones con un montón de proyectos que han usado su talento para salir adelante. Justo en este instante, cuando lanza su nuevo video Cada paso, es cuando todos la miran y comprenden que ella, sin confundirse con otros entornos, es la que entona esas vibrantes melodías, es la que hace temblar el suelo y es hacia ella adonde se deben dirigir los reflectores para su necesario reconocimiento.
Cada paso tiene un video tranquilo, que explota la belleza de la artista en momentos de sosiego y reflexión. Esta pieza, dirigida por Sara Espinoza, da cuenta de forma reposada de una madurez que comienza a ser asumida y donde se ve reflejado el brío de la artista en los nuevos tiempos. Es un clip sencillo donde la protagonista sabe jugar con su lado erótico, sin perder la fortaleza de su estilo.
Lianna va ocupando su lugar en la escena musical latinoamericana y tiene todo el derecho a exigir atención sobre el buen quehacer de su obra. En ella, y en otras muchas artistas colombianas, está la realidad de la escena musical de esta parte del mundo.