Por quipo de Zonagirante.com @zonagirante
Jack Doorman – Yo me borro con vos
Hace un buen tiempo que no recibíamos noticias de este artista uruguayo, un exponente contracorriente de lo que normalmente recibimos desde su país. Lo suyo, desde su presencia personal, hasta su exposición visual, tiene características muy particulares. Doorman siempre ha jugado con la saturación de elementos presentes frente a la cámara o agregados en edición, una especie de neo barroquismo rioplatense que sirve para mantener atento al espectador en busca de sorpresas durante el desarrollo del clip. Su música es menos compleja, tiene melodías directas y, aunque de vez en cuando envenena su voz, el oyente no se satura y más bien se contagia del buen ambiente que se crea con su sonido. Como dijimos antes, hace un buen rato no teníamos pistas sobre lo que sucedía con Doorman, pero al recibir este clip, nos alegramos que siga con su excéntrica onda de siempre, creando buenas canciones.
Puerto Candelaria – Summertime
No creo que el compositor norteamericano George Gershwin, ni su compañero de letras DuBose Heyward, se imaginaran nunca que uno de sus grandes éxitos, incluido originalmente en su ópera Porgy and Bess, fuera interpretada, ochenta y cinco años después de su estreno, en una grabación de carácter independiente en la ciudad de Medellín, Colombia, por una banda que ha dejado descansar sus momentos folclóricos para meterse de nuevo en la experimentación jazzística. Estamos seguros, de igual manera, que el señor Gershwin hubiera disfrutado esta versión, y más al ver su video, de colorida ambientación y graciosa sobrecarga de elementos decorativos en un cuarto cuasi claustrofóbico. Es un cover elegante y sorprendente que puede ser escuchado en cualquier parte del mundo, por el respeto de su ejecución y y el buen ánimo que transmite la pieza en su desarrollo.
Mareo! – Mareo
Cada artista latino que pasa por Japón aprovecha, por obvias razones, para grabar, al menos, de manera personal, su paseo frente las millones de luces y pantallas de Shinjuku, en pleno centro de Tokio, y más cuando su música es tan intensa como la que hace esta banda chilena, mezcla de oscuro indie pop y electrónica. La velocidad desarrollada en la grabación, el desenfrenado movimiento de cámaras y el ritmo de los cortes imprimidos en la edición consiguen de forma efectiva producir un pequeño frenesí en el espectador, y a medida que se repite la reproducción del clip, y si se canta insistentemente el coro, quizás la audiencia logre una euforia refrescante para estos tiempos tan medidos. Hay que decirlo, es un buen trabajo.