Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Natisú – Hay un fuego
Aquí nuevamente una magnifica prueba que la teoría de «Menos es Más» funciona perfectamente si se tiene claro el concepto. En tiempos de poca disponibilidad de recursos y cuarentena forzada, las mejores armas son el ingenio y la comprensión del panorama de lo que tenemos y no tenemos al frente. Lo de esta chilena, si comenzamos a anotar detalles, una vez visto el video una y otra vez, es darnos cuenta que para presentar esta creciente tonada rockera con tintes psicodélicos, bastaba con ubicar a la artista en un solo punto frente a la cámara, jugar con planos medios cortos y primeros planos, encender diversas luces estroboscópicas en los momentos adecuados, y luego editar a placer, marcando cada segundo de la canción, con audaz precisión y con colores de distinta tonalidad que permitan atrapar al espectador en la intensidad del producto final. Brillante labor.
La Repvblica – Ciudad de Luz
Comencemos diciendo lo evidente: Este clip es impresionante por donde se le vea. Tiene un desarrollo exquisito, un trabajo de manufactura que tiende al perfeccionismo y una elección de elementos gráficos destacada. Aquí hay muchas horas de edición, cuidando el más mínimo detalle, desde el perro que avanza en la pantalla a paso de conejo, las imágenes con claras referencias a la estética opresora de mediados del siglo pasado y el buen uso de una escena clásica pero adecuada, con el cúmulo de televisores de vieja data. Cumple a cabalidad con su misión de transmitir la nostalgia verpertina de la canción de esta banda colombiana, formada inicialmente en la ciudad de Chicago, de sonido blues rock. Este es uno de esos videos donde la producción visual logra el difícil objetivo de exhibir de manera imponente el sonido que representa. Conseguir eso, estimados lectores, no es fácil y en este caso se obtiene con creces.
Morsa Ligth – La Ciudad
Ahora volvamos a los años setenta. O, mejor, a una representación apropiada de dicha década, años de pantalones bota campana, autos de tableros de simulada madera plastificada y el inicial resplandor de las bolas de cristal colgando del espejo retrovisor. Desde Córdoba, acompañado del dorado de las excéntricas joyas personales y la melancolía del otoño sureño, nos llega una balada pop de deliciosa factura, envuelta en un video hecho con más perspicacia que presupuesto, que deja al final un suave sabor a boca que se agradece, en un ejemplo más del buen estado de salud del indie pop argentino en este 2020.