Por José Gandour @gandour
Por la mente del autor de esta nota pasa la siguiente pregunta: ¿Cómo fue planificado el video de El campo, de la agrupación chilena Planeta No? El interrogrante surge después de ver frente a sus ojos una seguidilla de imágenes de aparente incoherencia, donde cada segundo que pasaba daba menos explicación de lo que estaba sucediendo en la pantalla.
El autor de esta nota imagina que inicialmente hubo una reunión de la banda con algunos de sus amigos más pasados de revoluciones donde surgieron unas preguntas muy particulares: ¿Qué tipo de clip le hacemos a una preciosa canción de construcción disco pop? ¿Le hacemos pensar a la gente que somos gente linda, normal, que sólo se sale de los estándares marcados por la sociedad en los pocos minutos que nos quedan libres el fin de semana? ¿Qué tal si asustamos a la audiencia con todo tipo de situaciones absurdas, donde mezclamos coreografías impensadas, al lado de asesinatos cometidos por personajes de raros peinados nuevos, y los relacionamos con cierta estética escatológica para completar el impacto? ¿Y qué tal si, para rematar la escena, les ponemos subtítulos en algún idioma de alfabeto cirílico, para terminar de confundirlos? Al fin y al cabo, como dijimos, El Campo es una bella canción, es contagiosa y quien no quiera ver el video, simplemente retira su vista del computador y se pone los audífonos para disfrutar del resultado sonoro.
Tómenlo como quieran, El campo, ya hablando del clip como tal, es uno de los productos audiovisuales más extraños que hemos visto este año (y quizás, sin exagerar, esta década). Está bien, la idea posiblemente es decirle al espectador que no dé por sentada la estética pop y que no crea que el género será siempre amable. Los artistas no tienen porqué hacer concesiones para satisfacer a todos. Planeta No sacude ese concepto y lo lleva a un rincón muy bizarro, demasiado atrevido para algunos, saludablemente rebelde para otros. Eso si, si la meta es ser recordados, estos chilenos han dado un paso grande hacia adelante.