Por José Gandour @gandour
Hay que decirlo con todas las palabras: Solo cuando el músico colombiano aceptó la variedad de los sonidos originales que lo rodeaban y los supo integrar a su intención de trabajar dentro de los géneros contemporáneos, el panorama de la escena artística tuvo su oportunidad de madurar y desarrollarse frente al mundo entero. Cuando comprendió que tenía dentro de sus fronteras geográficas una multiplicidad de raíces sonoras y que podía jugar con ellas de cualquier manera, la conexión con las nuevas generaciones en su país y en todo el planeta tuvo sus frutos.
Claro, no existía una ruta despejada para entenderlo. Hubo un caótico proceso de aprendizaje, donde se aprendió a punta de prueba y error. Por otra parte, fue dura la resistencia a creer que integrar las herramientas, los sonidos y los ritmos que nos rodean desde siempre era el camino. Algunos radicales de escandalosa tribuna siguen vociferando en contra de ello, pidiendo las cabezas de aquellos que se atrevieron a mezclar diferentes mundos en sus canciones. Ellos olvidaron que estamos en un esquema abierto a todas las posibilidades, y que cualquier músico de cualquier parte del mundo puede usar y reinventar todo lo que el panorama musical planetario le ofrece para hacer su trabajo. Las buenas fusiones, las que representan la realidad del siglo veintiuno, son la verdadera vanguardia del momento.
Digo todo esto para presentar a los visitantes de Zonagirante.com el recién estrenado documental Independencia Grita, producido por el canal público Canal 13. Este trabajo, dirigido por Enrique Bernal y realizado por Suma Producciones , plantea de manera seria lo sucedido en las últimas décadas en Colombia y logra explicar de manera clara y concisa de dónde viene el boom musical que vivimos en este país. Esta labor audiovisual contiene entrevistas con protagonistas de la talla de Andrea Echeverri y Héctor Buitrago (Aterciopelados), Simón Mejía (Bomba Estéreo), Richard Blair (Sidestepper), Pedro Rovetto (Superlitio) y otros, además de destacados productores, empresarios y periodistas del medio. Ellos narran y describen lo vivido en los últimos años, dando muestras de los esfuerzos asumidos para conseguir que este fenómeno artístico llegara a su público local, y cruzara fronteras para arribar a los sitios menos imaginados. Casi todos hablan de algo que ahora nos puede parecer una verdad de perogullo, pero que no tuvo, ni mucho menos, un camino fácil de desarrollo y difusión. Colombia es un país mestizo, mulato y zambo en todas sus posibilidades culturales pero tal realidad sólo la venimos a asumir musicalmente en los últimos tiempos.
Como participante de este proyecto, en el cual trabajé como investigador, aspiro a que quienes vean este material se diviertan y conozcan un poco más de lo sucedido por estos lados. Este documental puede ser discutido y algunos observarán que faltaron testimonios y reconocimientos. Pero, creo personalmente, ha sido realizado con toda la honestidad del caso. Desde ya gracias por su atención.