Al ver el nombre de la banda y el título de la canción, vino a mi mente la imagen de una banda de punk femenina del movimiento grrrrl y me desanimé un poco porque creí que iba a escuchar la gritería y los acordes monótonos que caracterizan ese género. Sin embargo, como es mi deber abrir mi mente a todo lo que musicalmente salga de nuestras tierras latinas, le di click al link del video y lo que apareció ante mí fue una sorpresa muy grata.
En lo musical hay mucha energía, complementada con una ejecución limpia y profesional de los instrumentos. Es decir: las chicas saben lo que están haciendo. El sonido y el mensaje tienden a ser reminiscentes del Nu-Metal que salió de California a finales de los 90’s y principios de la década pasada, con tintes de metalcore y Hard Rock. Mucho groove en la batería, de buen ponche y precisa; un bajo grueso y bien ecualizado; las guitarras tocando unos acordes que, si bien no son una muestra de virtuosismo, son agradabilísmos a los oídos y que juegan bien con los efectos. Además, cuentan con una voz principal de buen color, fuerte y melodiosa, que encaja a la perfección con lo positivo impreso en la letra de la canción. Mejor dicho: para mi gusto, no hay presa mala, pues termina siendo una canción que se quiere volver a escuchar.
Visualmente es un video sencillo, con una buena calidad de edición y de resolución. Buenos colores y buena actitud por parte de las Lolas. Puede ser un poco cliché que el video se desarrolle en un bosque pero, la verdad, no imagino otro lugar donde pudieran reflejar la libertad que pregonan en esta canción, con rabia pero, a la vez, con esperanza.
Puedo concluir que me divertí viendo y escuchando Libertad de Lolas. Es bueno saber que hay en Panamá unas muchachas atractivas y con toda la actitud del Rock y que, sobre todo, lo hacen muy bien. No dudaría un segundo en verlas en vivo, si alguna vez voy por allá o ellas vienen por acá. Disfruten de este buen video una y otra… y otra y otra vez, igual que yo lo hice.