Por José Gandour @gandour
Lo habíamos dicho en un artículo anterior: Yo era el sol, del dúo venezolano La Pequeña Revancha (una de las mejores canciones que hemos escuchado este año) es un tema perfecto para bandas sonoras de viajes extensos y tiempos de intimidad en movimiento. Esta composición, que parece tranquila de comienzo, pero a medida que suena llena de suave hiel el corazón, es un tema descrito por sus autores como “una alabanza de todo aquel que añora las glorias pasadas”. Un resentimiento que se crea en el cuerpo de quién alguna vez celebró triunfos y luego fue condenado al ostracismo. Personaje con ganas de dar vuelta al libro y regresar a los días de las sonrisas, pero sin deseos de pagar multa por sus errores sino más bien asumiendo el papel de ser alguien que no necesita ni tiene la intención de pedir perdón en ningún momento.
Quizás por toda esta explicación el realizador audiovisual Joe Torres llegó a la conclusión que al editar el video de esta canción debía poner todo al reves. Usando un paisaje maritimo desolado, dió vuelta a las imágenes y el panorama cambió. El espacio captado ya no sólo es símbolo de soledad sino que se llena de una extraña y calmada desesperación. El océano toma el puesto del cielo, pero en su tranquilo oleaje llena de dudas al espectador e imprime más dramatismo al sonido. El viajero que transporta su equipaje sobre la arena parece estar perdido en la ruta, mientras siente el vuelo de pájaros mostrando su barriga a las nubes. Ese aire que tiene la grabación de pertenecer a la banda sonora de una película western crece y obtiene mayor dramatismo en su interpretación cuando en la pantalla se ven las pisadas vagas del viajante sobre el agua de la playa. En fín, Yo era el sol es una muy buena canción que halla una genial representación visual en este clip.
Este es un exquisito producto audiovisual. Esperemos que La Pequeña Revancha halle más fácil su audiencia en el continente a partir de este trabajo.