Oh´laville ha logrado abrir su propia senda. Su folk rock en poco tiempo ha tomado forma y ha ido tomando posiciones en el enredado medio musical colombiano.
El oyente rockero bogotano no está muy acostumbrado al poder del instrumento acústico y es tremendamente conservador en sus costumbres auditivas. Pero Oh´laville ha ido rompiendo taras y prejuicios y poco a poco, más con la presentación de su álbum Anaranjado, su música ha sido aceptada e incluida en la banda sonora de muchos oyentes. Sus canciones tienen un elemento necesario de intimidad que convence, que puede fácilmente llegar al desprevenido oyente, involucrándolo en una curiosa sensación de familiaridad que quizás no le pertenezca a todos pero que puede cubrir a cualquiera.
Pasa lo mismo con sus videos. Lo podemos sentir en su último clip, Llévame. Todo se desarrolla en un mismo espacio, pero esas paredes se adaptan fácilmente al color que necesitan para expresar cada sensación que quieren transmitir. En el concepto, insisto, reside la familiaridad de la obra.
Es hora que el continente conozca a Oh´laville.