Por José Gandour @zonagirante
En medio de todos los escándalos de corrupción y estafa que se dan en territorio argentino, en particular en la mismísima Casa Rosada, un registro videográfico nos permite confirmar que este tipo de escándalos no sólo se dan en las esferas del poder y las altas finanzas. Al contrario, la plaga se ha extendido y a nuestras oficinas ha llegado un clip, con el simple título de Robar, una pieza donde el artista de origen vasco Julen Giménez Sarasqueta (mejor conocido en el ambiente del hampa musical como Sarasqueta), exhibe sus acciones maliciosas, cada una más grave que la otra, como hacer ridículos malabares en la calle, cantar en el subte y substraer mercancía de los supermercados, sin pagar, para luego exhibirse en fiestas y bacanales personales, perdiendo todo el dinero acumulado por sus fechorías. Por suerte, las autoridades nos han reportado que el facineroso ha sido atrapado y fue conducido a la comisaria, en un antiguo y destartalado auto policial.
La condena que proponemos para este personaje, que en una época podía presumir de ser amigo de nuestra casa, y que, ante semejante evidencia de su mal vivir y su desprecio por las reglas de convivencia de la gente de bien hemos apartado de nuestros decentes días, es seguir viendo sus producciones fílmicas hasta el hartazgo (Sarasqueta es un rufián independiente que hace sus canciones en tono indie rock y se encarga de la dirección y edición de sus videos), para confirmar que no sólo es un pelafustán peligroso, sino que además desde su rincón de autogestión hace lo que muchos deberían imitar: usa de manera efectiva los recursos que tiene a mano y pone a trabajar el talento innato que cada uno recibió, y hacer tonadas sobre la desobediencia civil, los pillajes de poca monta y el comportamiento falaz que cada uno ha imaginado en sus más creativos momentos. Ahora si, disfruten del video, mientras sale pronto el nuevo disco de este entrañable ser despreciable: