Por José Gandour @gandour

Cada noticia que trae Sidestepper en estos días genera placer y alegría. ¿Cómo no va a ser así? Después de 21 años de historia, su música sigue siendo fresca y evoluciona de manera natural y divertida. Quizás no sea la propuesta más popular de la fusión caribeña colombiana pero le alcanza y le sobra para seguir sorprendiendo a sus seguidores en todo el mundo y para que la crítica especializada continúe dándole la mejor calificación posible a cada uno de sus trabajos.

En esta ocasión presentan Magangué, un nuevo clip elaborado con un espléndido espíritu y un deseo de generar placer al espectador que ya pocas veces se aplica en la elaboración de los videos de hoy. Lo digo, ya que este trabajo tiene una teatralidad de tiempos pasados que, aunque otros lo intenten negar, todavía tiene ese factor palpitante en el cual los elementos que se presentan en la pantalla reflejan cariño y buen gusto. Todo inicia con el mejor humor posible, cuando unos títeres en forma de loros hacen el lipsync adecuado para que el espectador se conecte de inmediato con el relato y tenga ganas inevitables de bailar.  Luego, el desarrollo audiovisual de Magangué pone en escenario a los miembros de Sidestepper con colores y vestimentas selváticas a celebrar la buena música frente a nosotros. Incluso Richard Blair, el innegablemente británico (físicamente hablando) posa frente a las cámaras envuelto en colores y se une a sus colegas para moverse al ritmo de la grabación. La ambientación es sencilla pero en extremo efectiva y suma puntos al resultado exitoso del producto.

Magangué marca una confirmación: Sidestepper no necesita estar ser  objeto de moda ni la sensación para los adolescentes desorientados del momento para seguir marcando la pauta en la escena cultural de la región. Ya están por encima del bien y del mal, y su fuente de talento y calidad artística está lejos de agotarse. Magangué nos sirve para celebrar ese hecho.