Por José Gandour @gandour
Dentro del panorama de la canción colombiana, nos agrada encontrar la propuesta de Vania Gelabert, cantautora que, con finas melodías y recursos sencillos en su composiciones, va desarrollando una sobria carrera que le ha permitido presentarse en diversos escenarios en el mundo. Sus letras son directas, su discurso es asequible y su particular tono de voz ayuda al oyente a acoger su arte de manera rápida.
Hace pocos días Vania lanzó el video promocional de Amargo, su nuevo sencillo, un tema cuyo texto juega con la imagen de un café compartido y la posible metáfora romántica que esta escena despierta. El clip, realizado en blanco y negro, plantea de manera directa y efectiva un escenario donde todo tiene un orden, donde cada elemento está centrado y nada puede romper el cuadro establecido. La dirección de arte se esfuerza en la especificidad de los componentes disponibles y les da un protagonismo particular. La emotividad del video se realza en los detalles como el anillo, la tasa, el cigarro a medio fumar. Esta pieza audiovisual logra su objetivo siendo llana, siendo simple. Aplica en este caso perfectamente ese dicho que afirma que «Menos es más».
Artistas como Vania Gelabert contribuyen al crecimiento de una escena musical colombiana que busca renovar su sonido y sus intenciones, logrando llegar al público a través de medios distintos a las tradicionales y convenciendo a la audiencia sin innecesarios aspavientos y con la claridad de las buenas canciones. Vania tiene lo suficiente, por el momento, para llamar la atención del espectador que busca nuevas propuestas.