Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Luni & The Lovers – Soy tan linda
Todo está dispuesto para que pensemos que estamos frente a un video cursi y pasteloso. Tenemos un flamingo de hule, una canasta de picnic, la playa solitaria y la compañía masculina perfecta: Un boyscout, listo para servir y defender la moral y las buenas costumbres. Ella, vestida de rosa, con el corte menos provocativo posible, pone la música y ahí viene poco a poco el huracán. La inocencia en cada palabra que contiene la tonada se va derrumbando y el mito de la chica virginal («Soy lo que dicen en las canciones de amor») se rompe a cada instante que pasa. Las convenciones sociales y las maneras correctas se van al diablo por más que el ingenuo uniformado intente torpemente detener el horror. En fin, este es un clip divertido y adecuado para ambientar una canción de ironía perfecta. Un consejo: Muéstrenselo a la tía más conservadora de la familia y ríanse con ella de todo lo sucede en pantalla.
Nuria Saba ft. Achkirik – Sueño en la altura
Desde Perú nos llega una buena canción pop, con elementos adicionales procedentes del hip hop y el soul. La intérprete, Nuria Saba, da señales inconfundibles de crecimiento en sus intenciones artísticas, con una tonada de construcción puntual y suficientemente atractiva como para llamar la atención de los circuitos comerciales del continente. El video, aunque usa elementos ya vistos en muchas ocasiones en otros clips, es cabal en su realización, en su buen trabajo fotográfico y en su edición. El resultado es llamativo.
Gabylonia – Boombap
Cuando dicen los expertos «menos es mas», no lo tomen al pie de la letra. El principio no se trata de ahorrarse unos pesos y jugar al minimalismo porque sí. El video de esta rappera venezolana es genial porque tiene suficientes elementos para ponerla a ella como única protagonista, sabiendo desde el comienzo que con su presencia y su fuerza vocal basta. Claro, la elegancia del producto está en poner lo poco que se tiene en orden: Un espacio pintado de amarillo contundente, un sólo micrófono, nada de objetos superfluos que distraigan la mirada del espectador y, de vez en cuando, como un impactante artilugio añadido en edición, el respaldo textual y escrito de algunos de sus versos. Gabylonia lo tiene claro: Tiene a todo a su favor para mostrarse así, sin más, y arrasar.