Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Scharas – Te sacaré de un tiro de mi cabeza
Si, más de uno dirá, aunque con cierto tufillo amargado, que lo propuesto en este clip por esta banda chilena ya se vio muchas veces con anterioridad: Una banda, tocando frente a la cámara sin mayor argumento visual que sus instrumentos y su explosiva energía, sin un desarrollo dramático que seguir, solo rock and roll y nada más. Si, de acuerdo, lo hemos visto muchas veces y, además, para rematar, en blanco y negro, enfatizando la tradicional estética del género musical. No importa: Este video es especial porque la edición es brillante en su misión de transmitir desenfreno, euforia, éxtasis. El montaje está al servicio de cada segundo de la canción, marca cada intervención musical, cada latido que construye el edificio sonoro, sin necesidad de grandes presupuestos. Es un producto inteligente digno de ser mostrado a los nuevos estudiantes de las escuelas de artes visuales en todo el continente.
Astronova – El millón
Son descarados. No tienen un pelo de vergüenza en su música, ni en su actitud y mucho menos en sus expresiones visuales. Esta agrupación de la ciudad costera colombiana de Santa Marta, ha hecho un asalto a plena luz del día de muchas imágenes de otros videos, todo para elaborar un explosivo collage óptico y asi poder representar el ruido lisérgico de su canción. La pregunta es, ¿debemos condenarlos por ello? Obvio que no. Hasta, si lo queremos ver poéticamente, han logrado hacer de este clip un ácido tributo a figuras muy diversas, entre las que se incluye David Bowie, Lindsey Lohan, Bob Marley y Bugs Bunny, entre otros. Es un robo justificado para beneficio de una buena pieza de rock de garage.
Nuria Saba – Se fue la luz
La historia está en la luz. Todas las sensaciones que despierta este clip tienen su fundamento en el admirable uso de los resplandores y destellos que confeccionan su argumento. Sin mayores complicaciones, lo visto en pantalla realza la calidez de la canción y, a su vez, ayuda a identificarnos con la sencillez y belleza de esta artista, a la que hallamos, de frente a la cámara, contagiándonos de afecto y ternura, sin cursis arandelas, como corresponde al buen folk pop de nuestros días. Perú en los últimos años nos ha ido sorprendiendo con una buena camada de exponentes musicales femeninos que están dando la cara de manera efectiva frente a la escena latinoamericana. Hay que seguir atendiendo su llamado.