Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Arte portada Zonagirante Estudio
La radio pública no está muerta, está peleando
La radio pública democracia futuro no es una fantasía nostálgica. Está viva, incluso si a veces pelea contra sí misma. Y necesita que la defendamos.
En tiempos dominados por algoritmos, playlists sin rostro y contenidos diseñados para agradar al mercado, hablar de una emisora financiada por el Estado, con programación cultural y sin obsesiones comerciales, puede sonar anacrónico. Pero cuando está bien hecha, la radio pública sigue siendo uno de los espacios más valiosos para la diversidad, la experimentación y el pensamiento libre.
Y no tiene por qué competir con las emisoras privadas, cuyo objetivo natural es la rentabilidad. Muy por el contrario, ambas pueden coexistir. La radio pública es un espacio complementario y necesario. Como discutimos también en este artículo sobre sellos independientes y música latinoamericana, es uno de los pilares para visibilizar escenas locales.
Defender la radio pública es un acto político (pero no partidista)
Defender la radio pública es, por supuesto, un acto político. Pero eso no significa que deba estar al servicio del partido que gobierna. Al contrario, debe construirse como un espacio plural, independiente y progresista. Un lugar para amplificar voces locales, apoyar expresiones culturales del territorio y dar cabida a las conversaciones urgentes de la sociedad.
Su legitimidad depende de construir confianza con la audiencia. Esa masa crítica debe percibir que el proceder del ente estatal responde a las necesidades culturales, no a la propaganda de turno.
Modelos exitosos en el mundo
NPR, en Estados Unidos
NPR (National Public Radio) ha logrado construir un ecosistema vibrante de información, cultura y música. Su serie Tiny Desk Concerts es una plataforma esencial para artistas independientes de todo el mundo. Además, su apuesta por el podcast ha demostrado que la radio pública puede ser moderna, profunda y cercana.
Sin embargo, ni siquiera NPR está a salvo. Bajo el gobierno de Donald Trump, se impulsaron recortes que amenazan su existencia, acusándola de parcialidad. Otro ejemplo de cómo la radio pública siempre está bajo riesgo.
BBC, en el Reino Unido
La BBC sostiene una red de emisoras públicas con identidades claras. BBC Radio 3 se dedica a la música clásica, el jazz y la cultura intelectual. BBC Radio 6 Music, por su parte, es referente de la música alternativa, con una programación que mezcla historia, actualidad y voces expertas, no simplemente locutores decorativos.
Colombia: Radiónica y su lucha por sobrevivir
En nuestro contexto, Radiónica ha demostrado que se puede hablarle a nuevas generaciones con inteligencia. Ha acompañado a la música emergente del país, apoyando artistas, cubriendo festivales y generando comunidad.
Pero su independencia está amenazada. Las exigencias gubernamentales de transmitir discursos oficiales afectan su enfoque editorial. A eso se suman escándalos internos de acoso y decisiones técnicas absurdas, como emitir en AM para Medellín y Cali, a pesar de que los celulares solo captan FM. Todo esto pone en peligro su futuro.
La radio pública también es digital
Hoy, la radio pública va mucho más allá del dial. Produce podcasts, hace transmisiones en video, se conecta en redes sociales, organiza conciertos y festivales. La tecnología no es el enemigo, es la herramienta. Lo esencial es qué se dice y cómo se construye comunidad desde esa voz.
Por eso, su rol debe ser claro: no seguir tendencias, sino abrir caminos. Apostar por contenidos que construyan memoria, promuevan el debate y visibilicen talento. Y para eso necesita presupuesto, independencia editorial y personal apasionado, no burócratas.
Lo que está en juego es el futuro
Desde Zonagirante creemos que esto hay que decirlo con fuerza. Porque muchas veces, esas canciones que descubrimos, esas entrevistas que nos sacuden o esos sonidos que nos acompañan en la noche vienen de espacios que alguien defendió.
La radio pública democracia futuro no es un ideal imposible. Es un derecho cultural. Y si la cuidamos, su futuro podrá seguir siendo de todos.
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