Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Digámoslo de una vez: el rock —y toda su parentela sonora— sería mucho más aburrido sin ese arsenal de cajas mágicas que distorsionan, retrasan, reverberan, multiplican, derriten y desfiguran cada nota que se atreve a salir de una guitarra, bajo o cualquier instrumento que se le arrime a una buena cadena de pedales. Sí, hablamos de esos juguetes que parecen diseñados por un ejército de científicos locos con estudios en física cuántica y arte psicodélico. En este caso, no nos interesan los pedales «normales». Queremos hablar de los raros. Los mutantes. Los excéntricos. Los que al activarse hacen que el público mire al escenario y diga: ¿qué demonios fue eso?
Estamos en pleno siglo XXI, y si bien hay pedales que buscan emular el sonido de los 60 o los 70 con una fidelidad casi religiosa, hay otro grupo que prefiere mirar hacia galaxias lejanas. Son marcas que decidieron jugar con la idea del caos organizado, del ruido hermoso, del error como arte. Y lo mejor: han encontrado una legión de músicos —desde el indie más sensible hasta el doom más apocalíptico— que los adoran como si fueran amuletos sonoros.
Pedales que combinan delay con pitch shifting y un toque de modulación que suena como un robot en un viaje de ayahuasca. Fuzz que más que distorsionar, desintegran. Looper que hacen trucos acrobáticos dignos de un circo postpunk. Cada vez hay más marcas boutique que, sin necesidad de campañas millonarias, se están ganando el corazón (y los pedales de pedalboard) de miles de artistas que buscan un sonido único y difícil de encasillar.
En esta entrega de Zonagirante.com, te presentamos algunas de las casas más atrevidas del planeta pedal: desde las oscuridades urbanas de Brooklyn hasta los talleres secretos de Japón y Minnesota. No te vamos a explicar cómo funciona cada circuito (para eso están los foros nerds), pero sí te vamos a contar por qué estos aparatos se han convertido en herramientas esenciales para quienes quieren que su música tenga personalidad, riesgo y una pizca de locura.
Así que sube el volumen, pisa fuerte y prepárate para una excursión entre ruidos gloriosos. A veces, lo más hermoso nace cuando todo suena… raro.
🎛️ Death By Audio
Fundada en 2002 por Oliver Ackermann, líder de la banda de noise rock A Place To Bury Strangers, Death By Audio es una marca neoyorquina que se ha ganado una reputación por sus pedales de efectos agresivos y experimentales. Conocidos por su enfoque en la distorsión y la manipulación sonora extrema, sus pedales son favoritos entre músicos que buscan empujar los límites del sonido convencional. Además de fabricar pedales, Death By Audio también operó como un espacio artístico y musical en Brooklyn, sirviendo como taller, estudio de grabación y sala de conciertos para la escena underground.
🎨 ZVEX Effects
Establecida en 1994 por Zachary Vex en Minneapolis, ZVEX Effects es una pionera en el mundo de los pedales boutique. Su pedal más emblemático, el Fuzz Factory, es conocido por su capacidad para producir una amplia gama de sonidos fuzz, desde tonos clásicos hasta texturas caóticas y experimentales. Los pedales de ZVEX se distinguen por su diseño artístico, muchos de ellos pintados a mano, y por su innovación en circuitos que ofrecen sonidos únicos y creativos. Músicos como Matt Bellamy de Muse y Jack White han incorporado estos pedales en sus configuraciones.
🌌 Old Blood Noise Endeavors
Fundada en 2014 en Oklahoma por Brady Smith y Seth McCarroll, Old Blood Noise Endeavors se ha destacado por su enfoque artístico y experimental en la creación de pedales de efectos. Sus productos combinan estética única con funcionalidades innovadoras, ofreciendo sonidos que van desde reverberaciones etéreas hasta modulaciones complejas. Pedales como el Dark Star y el Dweller son ejemplos de su compromiso con la exploración sonora y la creatividad.
🧠 Chase Bliss Audio
Con sede en Minnesota, Chase Bliss Audio fue fundada en 2013 por Joel Korte. La marca se ha ganado una reputación por combinar circuitos analógicos con control digital, permitiendo una personalización extrema de los efectos. Sus pedales, como el Warped Vinyl y el Thermae, ofrecen una amplia gama de sonidos modulados y texturas únicas. Músicos de renombre como Ed O’Brien de Radiohead y John Mayer han utilizado estos pedales para expandir su paleta sonora.
🧬 Meris
Basada en Los Ángeles, Meris es una empresa que ha revolucionado el mundo de los pedales de efectos con sus diseños innovadores y sonidos de alta fidelidad. Sus productos, como el Mercury7 y el Polymoon, ofrecen efectos espaciales y modulaciones complejas inspiradas en equipos de estudio de alta gama. La colaboración con Chase Bliss en el CXM 1978 es un ejemplo de su compromiso con la excelencia sonora y la innovación tecnológica.
🎛️ Rainger FX
Si los pedales fueran criaturas de otro planeta, Rainger FX sería la especie más extravagante y encantadora. Desde su laboratorio psicodélico en Londres, han diseñado artefactos que parecen salidos de un cómic retro-futurista. ¿Pedales con controladores externos en forma de dedo luminoso? ¿Delays con distorsiones integradas que suenan como si tu guitarra pasara por una antena soviética abandonada? Todo es posible. Rainger FX es para los que no solo quieren un sonido único, sino un espectáculo portátil bajo los pies. Perfecto para músicos sin miedo al ridículo, al riesgo ni a la gloria sonora.
🧠 Red Panda
Red Panda no hace pedales: construye portales interdimensionales. Desde Detroit, esta casa de innovación ha logrado que el caos suene glorioso. Sus efectos digitales no imitan lo viejo, sino que expanden el lenguaje de lo posible. El Tensor, por ejemplo, es un experimento de looping con manipulación del tiempo que haría llorar de emoción a un físico cuántico. ¿Quieres estirar, revertir, triturar o doblar tu sonido en pleno vuelo? Aquí lo tienes. Red Panda es para los valientes que aman los bordes del sonido, los que saben que el error también puede ser arte y que lo inesperado es parte del show.
🎸 Jonny Rock Gear
Desde Montreal, Jonny Rock Gear combina actitud garage, precisión artesanal y un delicioso sentido del humor sonoro. Sus pedales no solo tienen nombres que podrían ser títulos de cómics psicodélicos, sino que también suenan como si hubieras abierto una puerta secreta al universo de los riffs mutantes. ¿Distorsión salvaje con alma vintage? ¿Filtros que respiran como si fueran parte de una criatura sintética? ¿Modulaciones con acento canadiense y personalidad de estrella de rock setentero? Aquí lo encuentras. Cada unidad está armada a mano, y se nota. Jonny Rock Gear no busca sonar como los demás. Busca que tú suenes como nadie más.
🍌 Bananana Effects
Si alguna vez soñaste con que tus pedales fueran diseñados por un colectivo de cyborgs hipercreativos con espíritu juguetón y visión futurista, Bananana Effects te va a hacer sonreír como niño con juguete nuevo. Desde Osaka, esta marca japonesa se ha dedicado a romper reglas con elegancia absurda. Sus pedales son coloridos, impredecibles y profundamente expresivos. Con nombres como Mandala o Tararira, estos aparatitos no se conforman con hacer ruidos locos: hacen ruidos hermosos. Ideal para músicos curiosos, artistas del caos sonoro o cualquiera que crea que la experimentación es el verdadero camino.