Por José Gandour @gandour

¿Será que en tiempos de resaca pandémica estamos abiertos a escuchar nuevas propuestas musicales, proyectos que rompan nuestros esquemas tradicionales auditivos, nuestros repetitivos listados de canciones? Dicen algunos expertos en estadísticas y mercadeo musical, que los oyentes han tendido en estas épocas a volver a escuchar lo que les recuerda aquellos felices (¿?) tiempos de la adolescencia y temprana juventud, ya que, en temporadas de incertidumbre, oír viejas canciones de las fiestas pasadas alivia la ansiedad y sirve de refugio para creer que todo va a estar mejor. Y los especialistas, tan serios ellos, se sienten contentos de afirmar esas paparruchadas, en fin.

Toda esta introducción que intenta burlarse del marketing cerrado y de la psicología barata, va para proponerles un nuevo éxodo musical, ya que por estos días ha sido publicado Ganbare, un álbum que se esfuerza en combinar de manera orgánica free jazz, electrónica minimalista y psicodelia en dulces tabletas para nuestro paladar auditivo. Esta producción, segundo trabajo en la discografía del trío argentino Lujo Asiático, está construida a punta de capas y urdimbre exquisitas de sonidos digitales que buscan más la alegría reposada más que la euforia del baile. Es música hecha para ser ejecutada en diversos espacios, inclusive, si se quiere, en auditorios destinados a música más tradicional, esos donde el espectador se sienta, se nubla entre la audiencia que lo rodea, y pretende aislarse en medio de la multitud para captar cada textura instrumental que se ejecuta. Ganbare es un disco precioso que debe ser escuchado con paciencia, buscando nuevos paisajes a los que no estamos acostumbrados, y menos en los días inseguros que vivimos. Para entender un poco más esta grabación, hemos contactado en Hamburgo a Siro Bercetche, el designado para responder nuestras preguntas:

¿Cómo describirías, de manera personal, la música de Lujo Asiático?
Somos como una especie de dj de seis manos. Para mi sonamos como una fiesta a un par de cuadras. Somos como una especie de previa. Es todo porque el kickdrum no suena super fuerte. No suena en tu cara. Eso sumado a los ambientes a mi me da la sensación de que somos como una fiesta a un par de cuadras.

¿A qué tipo de público pretender llegar? Hago la pregunta porque siento que no necesariamente su música debe sonar en un espacio festivo.
Hemos tocado en muchas fiestas porque el vivo suele ser mas bailable. El último disco es como un ambient para mover un poco la patita. Creo que todo aquel que le guste Boards of Canada, Caribou, Aphex Twin, quizá les guste lo que hacemos.

¿Cómo fue diseñado este nuevo disco? ¿Qué tipo de premisas tenían a la hora de grabarlo?
El disco lo diseñamos en los directos, en las fiestas. Armamos los temas para tocarlos en vivo. Grabábamos los vivos y los escuchábamos. Veíamos qué resultaba y qué no. Después nos metimos al estudio de grabación en un día y medio. Escuchamos todo y nos pusimos a deconstruir y desarmar los tracks que no nos convencían. Y a la mayoría de los tracks les sumamos capas y capas de teclado. No teníamos premisas muy claras. Nunca hablamos mucho de música.

¿Nunca hubo necesidad de añadir voces?
Es como que desde nos dimos cuenta que no nos interesaban las voces. Ahora acá en Hamburgo estamos grabando cosas nuevas e improvisando con gente random: aparecieron dos cantantes pero ya veremos que pasa con lo grabado

¿Cómo ha sido la experiencia europea?
Llegar en época de covid no fue nada fácil. Estamos desde hace un mes en el teatro de Fleetstreet, aquí en Hamburgo. Improvisando, grabando y editando. Y también colaborando con algunos artistas locales. Hicimos un par de recitales donde el público se fue sumando a improvisar.

¿Van a quedarse un buen tiempo allá?
Andrés se vuelve en un par de días a Buenos Aires. Cristián se queda un poco más y después se va a Estados Unidos a buscar los vinilos de este disco. Y yo me creo que me quedo hasta que empiece a estar fresquito y haya pocas horas de sol.

Compartir
HTML Snippets Powered By : XYZScripts.com