Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Arte portada Zonagirante Estudio
¿Qué tienen en común José Luis Perales, Luis Alberto Spinetta, Chavela Vargas, Juan Luis Guerra, Dean Kay y algunos nombres más que, a simple vista, no parecen sentarse en la misma mesa?
La respuesta no está en ellos, sino en lo que vino después.
Sus canciones fueron tomadas, desmontadas, vueltas a armar y lanzadas a otro tiempo por artistas de distintos rincones del continente. Versiones notables, inesperadas, a veces irreverentes, a veces profundamente respetuosas, que nos permitieron armar esta colección de fin de año como quien abre un álbum ajeno y descubre fotos propias.
El cover, cuando importa, no es un homenaje automático ni un ejercicio de nostalgia. Es una forma de lectura. Una interpretación en el sentido más literal del término. Alguien escucha una canción escrita en otro contexto, con otra voz, con otro pulso histórico, y decide habitarla desde su propio cuerpo, su época, sus obsesiones. El resultado no reemplaza al original, lo tensiona, lo ilumina desde otro ángulo, a veces incluso lo contradice.
En América Latina, los covers tienen un peso particular. Funcionan como puentes entre generaciones, escenas y geografías que rara vez dialogan de manera directa. Una balada íntima puede volverse manifiesto político. Un clásico intocable puede adquirir una fragilidad nueva. Una canción muy conocida puede volver a sorprender, que no es poca cosa en estos tiempos.
Esta playlist no busca establecer jerarquías ni decir cuál versión es “mejor”. Es, más bien, un recorrido por el placer de escuchar cómo las canciones viajan, se equivocan, se transforman y sobreviven. Un recordatorio de que la música, cuando es buena, no pertenece del todo a quien la escribió, sino a quienes se atreven a volver a decirla.
Una colección divertida, sí, pero también reveladora. Porque en estos cruces improbables se escucha algo más que una buena versión: se escucha la conversación viva de la música latinoamericana consigo misma, todavía en movimiento, todavía con ganas de jugar.




