Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante

Arte portada Zonagirante Estudio 

No hay una sola forma de escuchar este año. Tampoco un sonido dominante que explique lo que está ocurriendo. El mapa musical de 2025 se mueve, se contamina, se contradice y se expande desde distintos puntos de América Latina y sus diásporas. Hay discos que nacen desde la electrónica íntima, otros desde la fricción social, otros desde el ruido como refugio o desde el pop entendido como riesgo.

Lo que une a los trabajos reunidos aquí no es un género ni una escena cerrada, sino una manera de usar el sonido como materia viva. Música que se siente en el cuerpo, que no se conforma con repetir fórmulas ni con ocupar un lugar cómodo. Grabaciones que dialogan con el presente sin explicarlo del todo, que asumen la tensión, la mezcla y la diversidad como parte natural de su lenguaje.

Estos no son “los discos del año” por consenso ni por algoritmo. Son discos que, cada uno a su manera, están marcando 2025 desde lugares distintos, empujando límites, proponiendo recorridos y dejando huella. Escucharlos es aceptar ese movimiento.


Ela MinusDía

Creemos que una de las mayores virtudes de Gabriela Jimeno, A.K.A. Ela Minus, es su condición de inventora de sonidos, un título que pocos músicos pueden reclamar con legitimidad. En tiempos donde muchas canciones se recuerdan más por sus texturas que por sus melodías, Ela ha construido un universo propio a partir de instrumentos electrónicos diseñados por ella misma. Día, su nuevo álbum, confirma ese recorrido con claridad y ambición.

Anticipado por sencillos como Combat, Upwards y Broken, el disco reúne diez canciones poderosas, emocionales y profundamente modernas. Son temas con vocación de himno, capaces de sonar en cualquier radio sin renunciar a la experimentación ni a la diferencia. Piezas como I Want to Be Better, Idols, QQQQ u Onwards celebran el ruido extraño, la danza consciente y el movimiento como forma de resistencia íntima.

Día es un álbum destinado a expandirse en escenarios de todo el mundo y a consolidar a Ela Minus como una de las voces más estimulantes de la electrónica contemporánea.


Planta Industrial — Punk Wave Sin Barreras Vol. 1: Conociéndonos

Desde Nueva York emergen dos dominicanos que mezclan rabia, sabor y diversión sin pedir permiso. Planta Industrial suena como si el espíritu punk se hubiera empapado de cultura caribeña y decidido reventar cualquier frontera estilística. Aquí conviven merengue, post punk, dark wave, electrónica, pop y rap en spanglish, todo en un mismo pulso.

Una mezcla así solo funciona si se asume con humor, desparpajo y cero respeto por las buenas maneras. Este disco empuja, atropella y sacude, con la energía suficiente para desarmar cualquier idea rígida de escena o pertenencia. Teteo in The Bronx es funk feroz e incansable; Cuando volverás, en cambio, propone un cierre inesperado: un bolero synthwave que roza lo impensable.

Una de las publicaciones más potentes del año y una banda que apenas comienza a mostrar su alcance.


Hard CrewComo suena

El hip hop en Colombia dejó hace tiempo de ser promesa. Como suena lo confirma desde el primer golpe: rap bogotano crudo, directo y urgente, sin maquillaje ni fórmulas complacientes. Hard Crew trabaja con músculo lírico, actitud y una relación honesta con la calle, combinada con juego, exploración y apertura.

Una de las claves del álbum es el uso del slam como herramienta expresiva. No solo importa qué se dice, sino cómo se dice: cuerpo, voz y presencia puestos al servicio del mensaje. En lo musical, el disco dialoga con el hip hop clásico de la Costa Este, pero se permite cruzar beats con merengue, dembow y pulsos caribeños, sin perder identidad local.

Como suena no está hecho para acompañar tareas domésticas. Exige atención, volumen y una pregunta incómoda flotando en el aire.


HiruLa Esencia

Buena parte de la vanguardia musical latinoamericana actual habita en las escenas femeninas independientes, y La Esencia es una confirmación clara de ello. Hiru, alias de la chilena Amaia de Arteagabeitía, construye aquí un disco elegante, luminoso y profundamente contemporáneo.

Formada inicialmente en el folclor del Cono Sur, Hiru abraza ahora un lenguaje que cruza hip hop, R&B, pop y guiños sutiles al jazz. En ocho canciones, el flow convive con una producción cuidada y sofisticada, pensada para oídos diversos y trayectos urbanos compartidos. Bestias, junto a Alma Kerouani y Emilia, revela una identidad cosmopolita que no pierde raíz.

La Esencia es un disco para el regreso a casa, para escuchar despacio y confirmar que Hiru ya forma parte de esa vanguardia que sigue creciendo.


Viaje RelámpagoViaje Relámpago

Hay música que transforma la distorsión en refugio. El debut de Viaje Relámpago pertenece a ese linaje. Canciones nacidas del caos instrumental que envuelven la rabia de estos tiempos en capas de belleza y contención.

El proyecto reúne a figuras clave del indie argentino como Fer Blanco, Mariano López Gringauz, Sebastián Kramer y Germán Perla, y parte del shoegaze noventero sin caer en la nostalgia. Guitarras ambientales y distorsionadas crean paisajes oníricos y protectores, mientras las voces se mantienen íntimas, lejos del grito como atajo emocional.

No es un disco pensado para el mercado ni para la pose. Es música para audífonos, para dejar que el ruido dialogue con lo interior y, por momentos, calme.


terraplananatural

En Zonagirante confesamos sin pudor nuestra devoción por el shoegaze. Por eso celebramos natural, el nuevo álbum de la banda brasileña terraplana. Formados en Curitiba en 2017, el cuarteto afina aquí una identidad donde guitarras abrasivas conviven con voces susurradas y atmósferas envolventes.

Recién presentado en SXSW, el disco logra una mezcla tan feroz como acogedora. La explosión instrumental avanza junto a una seducción íntima que evita el grito fácil. Las voces de Stephani Heuczuk y Cassiano Kruchelski se entrelazan con elegancia sobre un colchón de rock crudo y reverberante.

Charlie marca uno de los puntos más altos del recorrido. Ruido que no agrede: seduce, contiene y permanece.


Tei Shi — Make Believe I Make Believe

Hay discos que funcionan como territorios más que como declaraciones. Make Believe I Make Believe es uno de ellos. Tei Shi construye aquí un espacio móvil, atravesado por biografías múltiples y una idea de pop que se mueve sin moldes heredados.

El álbum despliega diez canciones donde el pop actúa como estructura flexible. Best Be Leaving se instala como eje inmediato; 222, junto a Loyal Lobos, trabaja percusión y voces como capas que se rozan. El cierre con Nanaimo baja el pulso sin romper el recorrido.

Un disco seguro de sí mismo, que avanza sin nostalgia ni ansiedad por agradar.


SuspiriaVisiones

Visiones no se presenta como debut, sino como irrupción. El primer álbum de Suspiria entiende el pop como un espacio para desarmar expectativas. Detrás del proyecto está Débora De Rivero, artista multidisciplinaria que cruza música, performance y lenguaje audiovisual con naturalidad.

Las nueve canciones del disco funcionan como piezas sensoriales donde la voz se convierte en textura y la producción construye paisajes que se abren antes de explicarse. Avant pop, electrónica, dembow y hyperpop aparecen integrados en una lógica propia, sensual y extraña.

Breve, intenso y desinhibido, Visiones propone una idea de pop como fricción y experiencia.


Marilina BertoldiPara quién trabajas Vol. 1

El rock no es una reliquia. Para quién trabajas Vol. 1 lo demuestra con urgencia y claridad. Marilina Bertoldi entrega diez canciones tensas, directas y breves, donde amor, rabia, país y supervivencia se dicen sin rodeos.

El disco dialoga con una tradición profundamente argentina, pero no se queda atrapado en ella. Bertoldi toma esas raíces y las empuja hacia un presente más áspero y contemporáneo. Aquí el rock no es pose: es resistencia cotidiana.

Un álbum que ya se siente como referencia del género en este tiempo.


Vondré00:00

00:00 funciona como una cámara de presión. El segundo álbum de Vondré mantiene una tensión constante desde que el silencio se rompe. Diez canciones densas, cubiertas de reverberaciones y distorsión, sostienen un clima oscuro y exigente.

La voz, frágil en apariencia, avanza firme entre la niebla. Hay ecos de shoegaze, grunge temprano y post punk, pero siempre al servicio de una identidad propia. No es un disco cómodo ni fácil. En medio del desgaste aparece una belleza tensa, real.

Un álbum que no acompaña: deja marca.


La Vida BohèmeTierra de nadie

De un sueño insistente nace Tierra de nadie. El quinto álbum de La Vida Bohème imagina un territorio sin fronteras donde opresión, exilio, resistencia y fraternidad conviven en un mismo pulso latinoamericano.

No es un disco de protesta clásica. Es una obra pensada para la escucha atenta, donde el riesgo estético es parte del mensaje. Rock, electrónica, hip hop y pop se cruzan sin jerarquías en once canciones que renuevan el lenguaje de la banda.

La voz de Henry D’Arthenay se mantiene clara al frente, subrayando la importancia del discurso. Calle en el cielo se instala como uno de los momentos más conmovedores del año.

Después de casi veinte años, La Vida Bohème sigue empujando hacia adelante.

Compartir
HTML Snippets Powered By : XYZScripts.com