Por José Gandour @zonagirante

Pongámonos en contexto y hablemos inicialmente en términos geográficos, tomando el texto original de Wikipedia al hablar de la localidad de Valentin Alsina: «Esta es una ciudad del partido de Lanús, ubicado en la zona sur del Gran Buenos Aires, correspondiente administrativamente a la provincia de Buenos Aires, Argentina. Se emplaza en la margen derecha del Riachuelo y está unida a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el puente Alsina, construido en 1938». Muchas estrellas de la música argentina nacieron ahí: El mismísimo Sandro, Ricardo Montaner, Edmundo Rivero, Mariano Gabriel Martínez (Attaque 77). Mario Ian (Rata Blanca/Alakrán), Oscar Mediavilla (La Torre), Pipo Cipolatti, y, por supuesto, los que más le han cantado a la mismísima urbe: 2 minutos.

35 años ha dado la batalla esta banda alrededor del continente de manera incombustible. Y quien los ve aún hoy, con todo y su listado de éxitos, su montón de giras, y sus canciones hechos himnos en todos los países de América Latina, siguen siendo fidedignos a su identidad, siguen siendo honestos con su discurso y su alegría popular. Por eso siguen siendo atendidos por cientos de miles y aún su credibilidad es impoluta. Por ello, un montón de días después, todavía pueden cantar:

Yo, no soy amigo de los que cooperan
Los quiero fuera, fuera, fuera
Vos te pasaste al otro lado ‘e la vereda
Esa es la diferencia entre la gorra y la visera

2 minutos ha lanzado un álbum de viejas canciones con nuevas versiones, y en compañía de sus amigos, algunos muy famosos. La placa se llama La máquina de hacer cagadas, y cuenta con la colaboración de prestigiosos personajes como Trueno, los alemanes Die Toten Hosen, Los Fabulosos Cadillacs, Mimi Maura, Norma, Panteón Rococó, Corvex, Ciro Pertusi, Los Auténticos Decadentes, Enjambre, y Piti Fernandez. ¿Las nuevas grabaciones varían mucho frente a las producciones originales? Algo, no demasiado. La esencia sigue, pero, en algunos casos se alimenta adecuadamente de sus invitados. Aprovechan los cobres de los Decadentes, la voz sensible y caribeña de Maura, el curioso y efectivo momento melódico de Trueno , junto al grito de acento germánico de los Toten, y la feliz intervención de Vicentico en Aeropuerto. Es un álbum listo para ser disfrutrado sin mayores preocupaciones, en el cual podemos recordar de qué se trata, en pleno siglo XXI, eso que llaman punk. 

Y a partir de aquí debemos arriesgarnos a decir lo siguiente: El punk no ha muerto, porque lo sostienen sus próceres y sus seguidores. El punk no es ni ha sido un fenómeno exclusivamente musical. Es y, especialmente, fue, la banda sonora de una porción de la masa obrera de distintos países del orbe. Puede tener buen humor en sus textos, y eso lo enriquece, pero no es música de payasos condescendientes con el sistema. Esto no es una suma de protestas inocuas, con un coro pegajoso. 2 minutos habla en contra de la represión policial (tremendamente actualizada, desgraciadamente, en estos instantes), de las consecuencias psicológicas de la guerra de Malvinas, de los héroes del boxeo (vecinos del mismo barrio), y, por supuesto, de la cerveza, compañera fiel de mil batallas. Esto sigue siendo creíble entre ellos. Por ello sabemos que dicen la verdad cuando gritan:

Nosotros venimos
del sur de la ciudad.
Un barrio de leyenda tango y arrabal
Nosotros venimos de un barrio,
de un barrio industrial
Tenemos algunos bares
Con sus tipicos borrachos
y algunos linyeras
pidiendo algo que morfar
Barrio Obrero, Valentin Alsina
Barrio Obrero, Valentin Alsina

En fin, seguiremos celebrando. 

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