Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Vamos por partes. La verdad es que, a manera de listado burocrático, tiraremos algunas frases para hablar de Nuria «La Zorra» Zapata y de su sesión en la prestigiosa emisora norteamericana KEXP, con sede en Seattle (igual, esta sesión fue grabada en la Ciudad de México, con el apoyo del festival Viva Latino). Algunas de estas afirmaciones nos las habrás leído en otras oportunidades, pero, repitiéndolas, nos ayudan a poner todo en contexto:
- La Zorra Zapata hace parte destacada de una avanzada de mujeres músicas peruanas que brillan cada vez más por su música a nivel internacional, pero que en territorio local son prácticamente desconocidas, aún después de intentarlo muchas veces y quedarse en pequeños toques en el barrio limeño de Barranco y poco más. Ahí fallan demasiadas cosas y la verdad es, a pesar de todo el nuevo talento que surge en dicho territorio, poco o nada cambiará en los próximos años, desafortunadamente.
- El otro extremo es México. Como dice con toda la certeza del caso Albina Cabrera, presentadora de las sesiones de KEXP que contienen extenso material latinoamericano, México, y en particular su capital, es un muy amable receptáculo de artistas provenientes de toda América Latina, a los cuales se les ofrece las ventajas necesarias para presentar su arte y sus canciones a un público ávido de nuevas experiencias y sonidos. Por eso, entre muchas otras, La Zorra Zapata se estableció ahí y desde entonces su carrera va viento en popa.
- En tiempos de resentimiento hacia los inmigrantes, y las políticas racistas de Donald Trump, hay que reconocer, más que nunca, lo que hace KEXP por divulgar la nueva música latinoamericana. Hace mucho más que la gran mayoría de las radios de este continente, donde, o se peca de extremismo nacionalista o, al contrario, de espíritu cipayo, afirmando que los géneros contemporáneos suenan bien únicamente en inglés, y que es mejor no mirar hacia los músicos que tenemos cerca a nosotros. KEXP es una empresa valiente, que, para rematar, tiene una audiencia amplia (apenas después de un solo día de estreno, a la hora de escribir esta nota) Zapata lleva más de once mil visualización de su pequeño recital en Youtube).
- Ahora a la música. La Zorra Zapata ha sacado de sus limitaciones musicales y, en contraposición, de su deseo irrefrenable de expresar bellamente sus deseos de elaborar tonadas atractivas y sensibles, una de las más interesantes expresiones sonoras del momento en esta parte del mundo. Ha puesto a la tecnología a su servicio, y ha logrado un esquema de presentación en vivo muy práctico y abierto para cualquier escenario, más teniendo en cuenta que el 99% de los shows que ejecute un/una artista independiente en estos tiempos será en espacios reducidos y con audiencias «especializadas». Eso no significa, para nada, aburrimiento o limitación de emociones. Lo que presenta Zapata en esta sesión es llamativo por la variedad de texturas que contiene su «folk electrónico», por el riesgo sonoro de los instrumentos (incluyendo los efectos usados para las partes vocales), y el placer histriónico que trae consigo de principio a fin La Zorra. Un corto deleite de 4 canciones (Increíble, El Invento, Oficio, y Acantilados), repertorio de duración menor a veinte minutos,, interpretado en compañia de su compatriota Ruíz González.
- No sabemos si sea adecuado usar el término de «artista renacentista» para describir a esta peruana, pero cuando ella ejecuta su música, no sólo hay una brillante expresión auditiva, sino un amplio compendio de experiencias culturales y personales que se manifiestan en sus textos y en sus interpretaciones.
- La Zorra Zapata estará pronto por estos lares y hara parte de importantes festivales en su ciudad y en otros territorios. En Bogotá estára en Matik Matik, el jueves 13 de febrero en las horas de la noche. El cupo es limitadísimo, apenas 100 personas, apúrense.