El artista ecuatoriano Nicola Cruz nos propone un paseo húmedo y elegante por la selva, para sentir cada gota de lluvia tropical en nuestros audífonos mientras escuchamos ese sabor que se derrite en nuestros sentidos llamado Colibria. Este primer sencillo de su álbum Prender el Alma, publicado por ZZK, disquera argentina especializada en cumbia digital, es un elixir sonoro de 8 minutos que el artista grabó en una antigua bodega localizada en Quito. Ahí las ondas de la grabación hacían vibrar los techos altos de la edificación, logrando el sonido de agua que fluye a lo largo de la canción. Así se construyó esta pieza de glamour autóctona. Esto es cumbia vestida de terciopelo, sin perder en ningún momento su naturaleza latina. Colibria es digna de ser celebrada.