Por José Gandour @gandour

¿A qué suena la artista peruana La Zorra Zapata? Después de escuchar en repetidas ocasiones su nuevo álbum Acantilados, la respuesta que podemos dar a nuestra pregunta es «a lo que a ella se le dé la gana». Quizás si nos ponemos a buscar etiquetas para explicar de algún modo a qué se va a enfrentar la audiencia a la hora de oír este compilado de 8 canciones, podríamos acudir a palabras tan indefinidas como «íntimidad», «experimentación», quizás «ambiental». Si, vocablos que pueden confundir al lector, y nada está más lejos de nuestra intención. En este disco hay, en combinaciones de variadas proporciones, elementos de música electrónica, folk, rock, pop, algunas pequeñas esencias provenientes del folclor… en fin, muchas hierbas, muchos aromas, muchas texturas de distinto origen juntándose en su mente y en su boca, siempre logrando que el encuentro que tenemos con su música incluya instantes de reto y reflexión. No es material de fácil escucha, pero eso, al contrario de lo que puedan creer, decir eso habla muy bien del resultado de esta producción. 

Está claro que La Zorra no siente ninguna obligación comercial y si definitivamente un compromiso estético. Su música es un ejercicio personal, un cúmulo de tonadas que buscan sacar de su cuerpo unas inquietudes y unas certezas que quizás de manera entera solo comprenda ella, pero que, a su vez, pueden llegar a una congregación que busca sonidos que rompan con los esquemas populares del momento. Por suerte hay público (y más amplio del que sospechamos) para aquellos y aquellas que se atreven a romper esquemas y quieran dejarse sorprender por bellas piezas inesperadas, y no el mismo sonsonete. Claro, existen canciones como Sigo Dormida (con la colaboración de su compatriota La lá),  o el tema que da titulo a la producción (grabación hecha en compañía de Mauro Samaniego), que con inusual dulzura se digieren más rápidamente entre aquellos que pueden entrar más temerosos a conocer el trabajo de esta artista. Pero no se vaya por la ruta más corta, más bien siéntese a disfrutar los 26 minutos que dura este trabajo y saboréelo como es debido.

Acantilados es una muestra más del brillante momento artístico que está viviendo la casi desconocida escena musical femenina independiente peruana. Como La Zorra Zapata, en Lima y sus alrededores hay un cúmulo de mujeres talentosas que hacen brillantes canciones con estilo propio que gran parte del continente está ignorando, y que no podemos perder de vista. Nombres como Ati Lane, Dafne Castañeda, Lorena Blume, Maya Endo, Silveria, Aura Blum y otras más, tienen suficientes argumentos para cautivar a un auditorio que necesita refrescar sus gustos sonoros. En Perú y en muchos países de América Latina, seguimos insistiendo, está gran parte de lo que nos pueden ofrecer las nuevas generaciones a los oídos del mundo entero.

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