Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Bucle – Jardín Vacío
Vámonos inicialmente al sur, más precisamente a Montevideo, para escuchar a Martín García de Zúñiga, quien, bajo el nombre artístico de Bucle, ha publicado un compilado de 8 cortes, grabados y mezclados en su estudio casero, hechos enteramente con espíritu libre y con ánimo de mezclar todo lo que se le venía al músico a la cabeza. Aquí hay curiosos encuentros sonoros entre el hip hop, el indie pop, el rock, y otras texturas contemporáneas, donde se añaden fuertes reverberaciones a las voces y se programa de manera descomplicada la caja de ritmos, dentro del marco de una producción orgullosamente lo-fi. Es un trabajo interesante, que sabemos que no brillará en los listados más importantes de la música comercial (ni nada cercano a ello), pero el ejercicio es inspirador, en cuanto a su intención creativa y las ganas de sacarse de encima un montón de ideas y plasmarlas sin vergüenza, a riesgo de que muchos desconocidos lo escuchen y se diviertan un rato con el resultado.
Tangorra Orquesta Atípica – Pompeya
Atravesemos el Río de la Plata y lleguemos a la mismísima Buenos Aires, para disfrutar de una pieza sofisticada, de un ejemplo brillante del tango contemporáneo, en manos de una orquesta que se libra de todo prejuicio y disfruta la combinación de lo tradicional con las intenciones electrónicas de más reciente presencia en el ambiente artístico. En realidad lo que tenemos aquí es un sencillo, llamado Pompeya, que, en el primer corte, se presenta en su formato completo, con todos los instrumentos de su formación, para luego, a continuación, en segunda instancia, huir un rato de su milonga original y ser remezclado para ser disfrutado en pistas de baile internacionales. Y luego, en el tercer tiempo, vemos a la interpretación casi desnudarse y quedarse exclusivamente con sus vestiduras acústicas. Cualquiera de las alternativas es delicada, espléndida y convincente. Genial.
UnPerro Andaluz – PerroPerro
Vienen de Ecatepec de Morelos, localidad ubicada en el Estado de México, y dicen hacer Ecatekraut. Seguramente, de forma firmemente atrevida, han decidido usar esa etiqueta para que sus oyentes vean y escuchen su esfuerzo por lograr una propuesta sonora distinta, con entidad propia que, ya hablando en serio, merece ser atendida, por su ánimo experimental y su resultado envolvente. El resultado nos gusta por su desparpajo, por su intención de romper esquemas desde la primera nota y por convencernos directamente con su canción Puentes de Fierro, una de las mejores grabaciones que hemos escuchado este año, que las guitarras eléctricas en manos de las nuevas generaciones todavía pueden lograr la magia que el nuevo rock necesita para renovarse.