Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Margaritas Podridas – Margaritas Podridas
Seguramente les ha pasado a varios de ustedes en algún momento de sus vidas, más en temporadas de encierro y ansiedad: Luego de creer que la música más tranquila del planeta les iba a dar el alivio que necesitaban para confrontar la dureza de los días, se aparece una pieza corrosiva, de guitarras eternas unidas en un solo zumbido, con voces reverberadas hasta el tope, todo en un paquete low fi, y la sonrisa que menos esperaban resplandece en sus rostros. El ruido, si llega a tiempo y trae consigo la actitud suficiente para contar una buena historia, se agradece profundamente, y eso es lo que sucede con este álbum procedente de la ciudad mexicana de Hermosillo. Aqui podemos oír un viaje intensamente shoegaze, que trae recuerdos de los años noventa, con claras influencias procedentes de agrupaciones británicas e irlandesas como Cocteau Twins, The Jesus and Mary Chain y My Bloody Valentine, pero con una identidad propia que funciona muy bien en las jornadas modernas. Un buen trabajo que vale la pena escuchar sin prejuicios.
Daniel Aguilar – El Lobo
Un profesor universitario, de pasado musical punk, decide celebrar su cumpleaños volviendo al estudio de grabación, para registrar y producir una canción de sonido clásico rockero bogotano, un sonido de sucias características, potente, sencillo, concreto, directo a la quijada. En su canción le da por hablar de una empoderada Caperucita Roja, una chica que no quiere seguir soportando los abusos del lobo feroz, una mujer que toma las medidas necesarias por su cuenta para librarse de las cargas de la malsana relación, un nuevo posible himno para que la población descontenta que abunda en la capital colombiana lo cante orgullosamente en sus jornadas de ira y rebelión. En fin, un tema que puede sonar en cualquier audífono del continente. Daniel, esperamos pronto más grabaciones como estas, hacen falta en estas épocas.
Pope en banda – Con X de prójimo
Para terminar nuestro recorrido de hoy, vámonos al sur. Hundámonos en el aroma melancólico montevideano, y conozcamos a una banda de textos poéticos de relatos cotidianos, instrumentación sobria y melodías tranquilas de sencillo transcurrir. Aquí hay blues, pop, jazz, folclor y rock, en una fusión sin mayor complicación, que se deja envolver durante su recorrido por la nostalgia tradicional rioplatense, la que escuchamos en muchas de sus bandas coterráneas, pero, además, aquí, como caso particular, se siente un particular énfasis por la intimidad, eso que pasa con pocas bandas que encuentran quizás más placer cantando para audiencias de escenarios estrechos antes que a las grandes masas de los festivales. Apenas cinco tonadas, este es un disco perfecto para cerrar el día, para celebrar la llegada a casa. Esperamos lo disfruten.