Por José Gandour @gandour

Hacer la reseña de Bongo, nuevo EP de la agrupación chilena III Puñales nos sirve de excusa, hoy miércoles de la semana santa, para divagar un rato sobre nuestra labor como medio independiente dedicado a hablar de música latinoamericana. Aprovechamos estas llamadas «jornadas de reflexión» para pensar (y luego hablar) hacia dónde vamos, en un momento en que nos advierten los expertos, casi con orgullo de época (lo cual nos horroriza) que la gente ya no lee y que lo que hacemos es vetusto. Nos dicen casi a gritos que no tiene sentido comentar en unas cuantas palabras lo que escuchamos, tratando de influir en el gusto de quienes nos atienden, pretendiendo que escuchen, en este caso, cada una de las 6 canciones que conforman esta producción.

La verdad es que, por suerte, es un buen momento, al menos en el aspecto creativo, para la música independiente en América Latina. Es un instante en el cual sobresale la experimentación, el mestizaje sonoro y la necesidad de particularizar y diferenciar el trabajo de cada artista, sabiendo que ese es el camino más probable para alcanzar el reconocimiento de la audiencia especializada. En medio de la sobredosis ampulosa de repeticiones que nos impone el Establecimiento de la industria musical vigente, siempre existe la posibilidad de encontrar alguien que, a su modo y con los recursos de su autogestión, demuestra que hay más posibles caminos para recorrer de los que nos muestran. Nuestro trabajo, y no por ello queremos exhibirnos como sabihondos elitistas protectores de especies sonoras en peligro de extinción, es demostrar, si la calidad acompaña, la buena cantidad de proyectos que publican día a día grabaciones dignas de ser escuchadas y reconocidas en nuestro continente y que merecen mayor audiencia. Por ello nos ponemos contentos al poder escribir sobre este EP recién salido a plataformas digitales, una producción divertida, variada y valiente, hecha para ser festejada desde el primer segundo de su reproducción.

En Bongo, suma de tonadas que apenas supera los diecisiete minutos de duración, III Puñales activa su licuadora particular en la que mezcla hip hop, punk, jazz y funk, entre otras hierbas (si no nos distraemos, se harán presentes cuerdas de origen indio imprimiendo su especial psicodelia), creando rutas de particular sabrosura, algunos con el ánimo por las nubes, en otros pisando la tristeza del suelo. Bongo es un viaje variado, curioso, hasta, si quieren, en algunos recovecos puede ser calificado de extraño. Es una montaña rusa donde el sello propio de la banda se siente, más que en la expresión y velocidad de cada grabación, en los detalles finos que sobresalen en su construcción. Hay tiempo para la experimentación en la mezcla, la reverberación variable en la voz, la presencia en planos lejanos de los instrumentos de viento, el bombo y el redoblante al frente, tomando el control de la celebración, y el bajo (oh! el bajo) enseñándonos nuevamente la ruta del movimiento, de la posible danza íntima que provoca su presencia en el cuerpo de quien lo oye.

Este es material ecléctico, con canciones que pueden encender la pista de baile (ejemplo de ello son La Corte de Sun Ra y Si saben (Y Como saben)), otras que quieren despertar rabia pandillera (Es lo que es), y otros, instantes de reflexión nocturna (3am y El corazón del presidente). Es un buen compilado de sensaciones sonoras hecha con riesgo e inteligencia, hecha para ser escuchado sin prevención. Bongo es una clara señal de la buena salud de la música que nos rodea y de la que queremos seguir hablando en este sitio. Queremos seguir reportando este tipo de sorpresas para todos ustedes, así sea rompiendo el aburrido protocolo de estos días.

Compartir
HTML Snippets Powered By : XYZScripts.com