Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Santiago Moraes – Que te iba a decir
Este disco suena a calle desierta de barrio en medio del atardecer de un domingo. Esta especie de libre mezcla de blues, rock, bolero y otros aromas tropicales carga su particular tristeza, su especial melancolía. Ojo, que este tipo de sentimientos son sanos y necesarios y nadie afirma que los vamos a cargar para toda la vida. Lo que hace Santiago Moraes, antiguo integrante de Los Espíritus, y desde hace unos años responsable total de sus tonadas y de su carrera como solista, es navegar por los diferentes estados de la nostalgia y, aún así, logra fascinantes canciones contemporáneas que pueden hablar perfectamente de lo que nos invade el corazón a estas alturas de la vida. Lo que más atrae de este músico argentino es la frescura con la que aborda su composición y producción, donde no hay un encierro estilístico pero si una experimentación que da coherencia al conjunto. Por ello escuchamos arreglos instrumentales inesperados, texturas que, apriori, nos parece que no combinan y sin embargo encajan a la perfección.
Moe Palau + Oliver Max – Siempre Coco
Vámonos ahora al lado femenino de la añoranza. Sigamos en el mood de las horas solitarias y oigamos a esta artista residente en la Ciudad de México que hace baladas galantes y de sólida construcción. Este es un compilado de cuatro canciones y apenas diez minutos y monedas de segundos de duración, que podemos calificar (sin ánimo de ofender a nadie, más bien buscando palabras sencillas y directas) de bonito, de afectuoso. La voz de Palau es particularmente juvenil, como de alguien que quiere consentirnos mientras canta . Decir esto no debe confundir al oyente y hacerlo pensar que este es un disco cursi, al contrario. El buen pop no tiene que caer en la sobreproducción, en la hiperexposición o en la necesidad de disculparse por querer ser tierno. Es un trabajo honesto y lindo, y eso hay que celebrarlo.
Intendente – Chin chin, Vol.1
Ahora vamos a romper con todo. Ya basta de arrinconarnos solos en una esquina y salgamos a botar toda la rabia que se acumula en el cuerpo. Destrocemos el decorado, rasguemos nuestra vestidura y saltemos contra el mundo, Seguramente los integrantes de Intendente, duo de la ciudad de Buenos Aires, tienen como sueño húmedo vernos reventar contra las paredes con la intensidad de sus grabaciones techno, sin pedir perdón a nadie (no tienen por qué) y ni siquiera simpatizar con las posibles víctimas de su arte. Somos parte de su videojuego imaginario, donde solo los más arriegados sobreviven. Algunos se ofenderán con sus intenciones, otros festejaremos su caos aliviador. Esto es electrónica rozando los límites de la sanidad mental. Estos cortes apenas superan en conjunto los cinco minutos. Después de lo que dijimos, ¿se la juega?