Por José Gandour @zonagirante Fotos Laura Echavarria
Digámoslo desde un comienzo: Así hablan los pájaros, nuevo álbum de la agrupación colombiana Mad Tree, no importando que estemos apenas cerrando el mes de abril, ya entra en la estrecha lista de los mejores álbumes del año. Es un disco precioso, cuidado hasta el último detalle, que busca mover y sacudir el corazón y lo logra, y, además, exhala honestidad en su construcción, porque hay más esfuerzo en conseguir una obra extraordinaria que en amoldarse a las reglas del mercado.
Si no los conoce, bueno, aquí va la información básica: Mad Tree es una banda bogotana de rock fundada en 2013 por Sebastián Izáciga (Voz y Guitarra) y Nicolás Gutiérrez (Batería). En los diez años de su existencia, la agrupación ha lanzado tres larga duración, Centésimo Humano (2016), Éter (2019) y el recién estrenado en plataformas digitales, Así hablan los pájaros. Han estado en reconocidos festivales como Vive Latino 2019 (CDMX), Grito Latino 2019 (San José, Costa Rica), Rock al Parque 2018 (Bogotá) y Décimo Concierto Radiónica (Bogotá). Como dato curioso, su canción Desierto, incluida en su trabajo anterior, cierra nuestro documental Distrital y Popular, sobre Rock al Parque, que pueden hallar en la portada de Zonagirante.com (disculpen la publicidad, no podíamos desperdiciar la oportunidad).
Al grano, ¿cómo justificamos todos los halagos que expusimos al comienzo del artículo? Arranquemos diciendo que sus tonadas son redondas y no por ello pueden ser calificadas de simplonas o complacientes con los oídos perezosos. Son composiciones que se esfuerzan por trabajar una melodía conmovedora y una instrumentación que crea expectativa, dramatismo y euforia. Su producción es sólida, y la mezcla ha sido diseñada a conciencia. La voz de Izáciga es fuerte y tierna a la vez, seduce y transmite su discurso sin fisuras. Para rematar, este disco contiene algunos de los mejores minutos guitarrísticos de la reciente historia del rock colombiano.
¿A qué nos suena este álbum? Jugando a identificar influencias, podemos afirmar que notamos momentos procedentes del rock argentino de los años noventa, momentos que nos recuerdan de la música de Seattle de hace tres décadas y ciertos instantes del rock británico de los setenta. Las piezas más destacadas, en nuestro concepto, de Así hablan los pájaros son: Jardines (preciosa balada que sirve de promoción en estos momentos en los medios de comunicación), La tiranía de las masas (intensa grabación instrumental de apenas dos minutos y 22 segundos), y El eterno retorno (último corte del disco, un juego brillante de piano, voz y reverberaciones que logra dejar felizmente exhausto al oyente). Igual, el álbum dura media hora, así que no hay excusa para no escucharlo (y disfrutarlo) completo.
Lo reitero, esta es una gran producción que no tiene desperdicio.