Por José Gandour @gandour
Internet no sólo sirve para darnos cuenta que hay gente que le gusta compartir estupideces con sus semejantes o donde los gatos se han vuelto figuras mainstream que hacen sonreir a todos aquellos que se creen inocentes en un mundo malvado. Lo más valioso de Internet es que, aunque muchos no se den cuenta de ello, hay seres especiales que han descubierto la forma de crear universos fascinantes a distancia, superando los miles de kilómetros que los apartan de sus almas gemelas. Las fronteras se hacen vetustas y se borran y por ello nacen proyectos inspiradores, evocadores en sus metas y exquisitos en sus resultados.
Desde Buenos Aires, un músico de gran valía, Gas-Lab, se junta con el rapero dominicano residente en Nueva York, Hache St. y comienzan a construir canciones fascinantes que se pueden enmarcar en algo que llamaremos Jazz/hip hop, pero que, sin complicarnos con las etiquetas que inventan todos los días los comentaristas, podemos calificar de fantasía sensual que recorre el continente entero montado en redes y satélites, hermosos lazos que surcan los aires sin parar en los puestos migratorios ni pedir permiso para abordar cualquier oído de este hemisferio. Eso es Júbilo, un brillante compilado de 10 composiciones a cuyas grabaciones se suman, por el mismo método, las voces de la colombiana Lianna, la argentina Sol Liebeskind, el haitiano Me-Stair y la multicultural Blakely Brown, entre otros.
Este álbum tiene la fortuna/desgracia de ser una acción independiente, de la cual no tendrán noticia en los grandes medios, y posiblemente los periodistas de renombre ignorarán. Pero desde ya puedo asegurarles que tiene todas las virtudes para entrar en mi listado de discos favoritos del año, una producción de discurso valiente y palabras ciertas, cuya honestidad y riesgo debería cubrir cada punto del perímetro de nuestras tierras, y que nos enseña a tener confianza que las miles de millas de recorrido entre los puntos constructores de estas composiciones ayudan a creer que el mundo puede ser un espacio pequeño y agraciado. Pieza maestra de la música latina contemporánea.