Por José Gandour @gandour
Teri Gender Bender tiene toda la rabia y el amor del mundo en su menudo cuerpo. Si alguien, en estos momentos de la vida donde tanta música postiza suena por doquier, trae consigo el verdadero ánimo de la rebeldia del rock es esta mexicana, que sigue dando de qué hablar con su banda Le Butcherettes, más con su nuevo álbum A raw youth.
Este disco, producido por Omar Rodríguez López (The Mars Volta, Bosnian Rainbows), podríamos definirlo como una necesaria recuperación de sonidos setenteros, amoldados a tiempos modernos, sumados a un bien cultivado espíritu punk que siente más en la exasperación de la voz antes que en las intenciones instrumentales. Aunque conserva la crudeza de otras grabaciones, A raw youth es un álbum más experimental, donde se permite la construcción de texturas inusuales, una intervención poco acostumbrada de teclados y un procesamiento curioso de algunos tracks vocales que permiten gozar de una extraña elegancia en la oscuridad del resultado. Este es un disco que no se somete a ninguna regla de mercado e igual logra que el oyente quede satisfactoriamente atrapado en su electricidad. Como datos destacados, escuchamos la destacada colaboración de John Frusciante en My half y la llamativa participación vocal de Iggy Pop, quien canta en única canción hecha en castellano, La Uva.
En las letras de Le Butcherettes hay ganas de alentar al combate, de sacudir el sistema, de romper el molde que somete. Aquí se hace creíble el discurso rompiendo la obviedad del grito herido, y construyendo perfectas melodías que penetran más fácilmente en la conciencia del oyente. Las palabras, que hablan y hacen mención de todos los que salen a pelear por su vida todos los días, empoderan firmemente al oyente. Le Butcherettes invita a rescatar la furia de la adolescencia y usarla inteligentemente en los años posteriores. Es evitar caer en la adultez resignada, esa que acepta cubrirse de silencio cómplice a cambio de la simple supervivencia.
A raw youth es un álbum inspirador, lleno de sangre en ebullición y arrollador, con momentos extraordinarios brindados en temas como Witchless C Spot, Stab my back y They fuck you over. Estamos frente a un disco indispensable para combatir tiempos desalentadores. Una de las mejores producciones musicales de 2015, sin lugar a dudas.