Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante Foto Simona Malaika

Vuelve a celebrarse, después de pasar por los rigores de la pandemia, el festival público y gratuito bogotano Rock al Parque. Las fechas señaladas para dicho evento serán 26 y 27 de noviembre, y 3 y 4 de diciembre. Ya han sido confirmados artistas internacionales como Bajofondo (Argentina/Uruguay), Ximena Sariñana (México), Francisca Valenzuela (Chile) y Christina Rosenvinge (España) entre otros) y ya fueron anunciadas las bandas bogotanas seleccionadas por la convocatoria distrital. Son 20 los nombres locales escogidos para representar a la capital colombiana, en su mayoría agrupaciones de reciente creación y con música fresca, en muchos casos (no en todos, jejeje) dignos de ser respaldados por el público asistente en ese par de fines de semana en el Parque Metropolitano Simón Bolívar.

Con la excusa de presentar a nuestros lectores un playlist con canciones pertenecientes a la veintena de nombres seleccionados, comenzaremos, con calma y sin demasiada prisa) a publicar artículos y podcast relacionados con el festival, en los cuales expresaremos nuestros deseos de vivir nuevamente, después de todo este tiempo, la experiencia de escuchar y vivir la música junto a cientos de miles de espectadores que se darán cita para los conciertos. Eso si, igual no nos quedaremos callados a la hora de opinar sobre todos los factores que nos preocupan alrededor de un evento que ha perdido a lo largo de estos años la oportunidad de ser una verdadera plataforma para el fomento y crecimiento de la escena musical capitalina a lo largo de todo el perímetro urbano, quedando muchas veces en un espectáculo que, una vez termina, se pierde en la agenda de los organizadores. Nosotros asistimos a Rock al Parque con todo el gusto del caso, porque veremos unos cuantos cuantos sobresalientes actos, para encontrarnos con nuestros amigos periodistas, y para disfrutar de la naturaleza dentro de la ciudad, pero creemos que, sabiendo que este es un certamen con un presupuesto importante, proveniente del erario público, nos parece apenas lógico y extremadamente necesario que su influencia marque, como debería igual suceder con los otros festivales organizados por el Instituto distrital de las artes (idartes), lo que pase en todas las localidades bogotanas en temas como formación de públicos, estímulos para el uso extendido de los escenarios a lo largo de la urbe, creación de empleos en el sector y, punto vital, regresar a la filosofía de cultura de paz que acompañaron al festival en el momento de su creación. De todo esto hablaremos pronto.

 

Volviendo al material musical que hemos organizado en esta ocasión, aquí nos encontramos con propuestas de sonidos diversos, que van desde el metal, el punk y el rock and roll, hasta la fusión, el folclor y el indie pop. El listado es variado y diverso (ya vemos a varios radicales de toda la vida clamando deshonra y vergüenza por lo que propone el evento, y volviendo a la vieja y ya tonta pregunta de «¿qué es rock?», con la subsiguiente rasgadura de vestiduras en su protesta). Parte de lo que escuchamos en la selección nos agrada y nos sorprende, dándonos esperanza sobre la evolución de la escena. Igual, sin nombrarlos (para no ganarnos desde ya enemigos que no necesitamos), hay varios nombres que, en nuestra opinión, sobran por lo torpe y aburrida propuesta. Nos atrevemos desde ya a recomendar tres nombres (igual, escuchen toda la playlist, vale la pena) que, creemos, deben estar en su recorrido durante los 4 días del festival:

Oh´laville: Quizás una de las bandas más populares dentro de la selección de la convocatoria. Esta es una agrupación con experiencia internacional, de sonido sólido y canciones contundentes. Su show en vivo es arrasador y creemos que ya es hora para que su talento sea escuchado en todo el continente.

Balthvs: Es posible que este trío sea más conocido fuera de las fronteras colombianas antes que en su propio país. Lo suyo es cercano al rock psicodélico, con fuertes influencias de sonoridades provenientes de décadas pasadas. Merecen la atención del público asistente, más entre aquellos que buscan emociones lisérgicas y largos viajes resonantes.

The Kitsch: ¿Es punk? ¿Es indie pop? ¿Son marcianos? ¿Llegaron al planeta Tierra a conquistar los oídos más atravesados? En todo caso, esta es una banda divertida que hace música sin prejuicios y para levantar el ánimo de la fanaticada. Otro motivo de celebración: Seguro que los más extremistas, los que tienen un facho sordo en el corazón, van a odiarlos.

En fin, con este compilado arrancamos nuestro vínculo con Rock al Parque 2022. Desde ya, gracias por seguirnos y estar pendientes de nuestras notas.

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